Durante su intervención en la citada tribuna de debate, organizada en Madrid por Nueva Economía Fórum, Capriles subrayó que siempre tiene presentes las palabras que le dirigió su marido cuando le rogó que abandonaran Venezuela ante el hostigamiento que sufrían por parte de las autoridades chavista: “mucho peor que quedarse en el país es el exilio”.

Por ello, Capriles dijo ser “una simple ama de casa que está aquí por amor hacia su marido y hacia su país”, ya que la obligación de todas las mujeres que tienen a sus esposos presos en Venezuela ha de ser la de convertirse en “la voz de los que no tienen voz”.

Capriles explicó que su marido fue “depuesto” de su cargo de alcalde de Caracas por las autoridades venezolanas quienes le retiraron todas las competencias y la facultad de elaborar presupuestos (únicamente le respetaron el control de urbanismo y medio ambiente) cuando asumió la Alcaldía de la ciudad.

”POLÍTICO DE VERDAD”
Cuando fue reelegido por sus conciudadanos, las autoridades chavistas le condenaron a 26 años de privación de libertad, pena que cumple en régimen de arresto domiciliario sin poder salir a la calle ni asomarse a las ventanas, acusado de conspiración y asociación para delinquir.

“Antonio nació para ser un político de verdad y ahora Caracas está castrada de poder. No hay un solo motivo para que esté preso. En Venezuela ser conspirador significa ser opositor al régimen de Maduro”, lamentó.

Capriles explicó que es “muy doloroso” comprobar cómo el hogar que comparte con su marido se ha convertido en una “cárcel”. A pesar de ello, reconoció en Ledezma a un “titán” que insufla ánimos a su familia para afrontar la situación por la que atraviesa, al tiempo que entretiene su tiempo leyendo y escribiendo.

Por último, Capriles denunció que Venezuela atraviesa una “crisis humanitaria” que se traduce en el desabastecimiento de medicinas y alimentos y en las “vejaciones” que sufren los miembros de la oposición, por lo que lanzó un mensaje contundente hacia Maduro al afirmar que “aunque quieran echarnos” de “nuestra querida patria”, “no lo van a conseguir”.