Así lo indicó Narbona durante su participación en el encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid, donde señaló que el coste de las energías renovables, actualmente, es “significativamente inferior” al de los combustibles fósiles y la energía nuclear.

Al respecto, preguntó si cuando se dice que la energía nuclear esa “barata” se contempla el “coste” que supone mantener “bajo estrictas medidas de seguridad durante centenares de años” los residuos radioactivos. En el caso de España, alertó de que todavía no se ha decidido dónde se ubicarán de forma permanente los residuos que han producido las centrales nucleares durante décadas de actividad.

Además, lamentó que se vaya “mucho más lento de lo que nos gustaría” en la consecución de acuerdos internacionales contra el cambio climático. En este sentido, abogó por dar “el valor que tienen” los pasos que se han hecho al respecto, pero los tachó de “insuficientes” porque el cambio climático se está acelerando “mucho más”.

Sobre este tema, resaltó que las decisiones sobre la lucha contra el cambio climático no las ejecuta Naciones Unidas, sino que esta “pone el marco” y los gobiernos y los consejos de administración de las empresas son los que toman las medidas ejecutivas y eso significa que “podemos ir más rápido” y “más allá” de lo que se acuerda en las cumbres de la ONU.

En relación con la última cumbre celebrada en Glasgow, Narbona subrayó que en ella quedó “claro” que es necesario realizar un esfuerzo mayor que el que se acordó en la cumbre de París para que la temperatura media del planeta no aumente en más de 1,5 grados.

Por otro lado, celebró que la sociedad esté “muchísimo mas concienciada” sobre lo que significa el cambio climático y dijo que los jóvenes son “especialmente exigentes” con los gobiernos, empresas y organizaciones.

Para Narbona, esto es “fundamental” porque los gobiernos saben que tienen una opinión pública que no es “tan tolerante” como lo era cuando ella era ministra de Medio Ambiente. Además, afirmó que se trata de una herramienta “crucial” para “desmontar todas las mentiras” de quienes tienen posiciones “negacionistas” frente al cambio climático y que “pretenden seguir inyectándolas en la sociedad”.