En su intervención en el encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum, explicó que cuando era pequeño y veía un escaparate preguntaba “¿podemos?” en el sentido de si “podíamos pagarlo”, y ahora la pregunta respecto a la formación de Pablo Iglesias es “si Podemos puede”.

Cree que esa formación está sirviendo a muchos ciudadanos para “expresar un malestar” sobre el funcionamiento de las instituciones, que seguramente el PSOE y otras fuerzas no han sabido interpretar, “pero no está escrito que no podamos hacerlo” en un futuro próximo.

En todo caso, cree “prematuro” extraer conclusiones sobre la fortaleza de Podemos porque “se está hinchando un globo muy grande” en torno a quien recoge “parte de la herencia” del movimiento 15-M y el malestar ciudadano.

El PSOE, dijo, es un partido que representa a una izquierda “muy distinta” con vocación de gobierno, acostumbrado a las críticas, y que por eso no responde con críticas a alguien como Joaquín Sabina y no replica con un “zapatero a tus zapatos”.

Es una izquierda, prosiguió, “que no promete paraísos celestiales sino reformas terrenales” y que ahora debe retomar la relación con esos ciudadanos que han querido dar “un toque de atención muy profundo” a la política.

Sobre el movimiento ‘Libres e Iguales´, comentó que están surgiendo muchas plataformas “para bien o para mal” y aunque “el nombre me gusta” no conoce lo que hay detrás ni el fondo de sus planteamientos, por lo que no quiso opinar.