Fassino alerta de que ningún país puede competir solo contra las economías emergentes

SmartCity. Foro de la Nueva Ciudad con el alcalde de Turín

Fassino alerta de que ningún país puede competir solo contra las economías emergentes

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MADRID, 3 de junio. El alcalde de Turín, Piero Fassino, alertó hoy en el “Smartcity. Foro de la Nueva Ciudad” de que ningún país puede competir en solitario contra las economías emergentes, y respondió con ese mensaje a varias preguntas sobre la consulta soberanista en Cataluña.

Fassino participó en el encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum, presentado por el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y sin querer entrar a debatir cuestiones que considera internas de España.

Como “consideración general”, apostó por una mayor integración europea para poder competir con China, con Brasil y con otras economías emergentes. “La dimensión de la competición es fundamental”, alertó, y ningún país europeo podría hacerlo en solitario, ni siquiera Alemania.

Solo una Europa unida con todo su potencial industrial, financiero, tecnológico y cultural puede ser un actor global en el mundo actual, sentenció. Por tanto, “el problema no es el nacimiento de nuevos estados”, sino cómo regular las relaciones entre las instituciones comunitarias y el poder más cercano a los ciudadanos, el local, y ese debate es pragmático, no ideológico.

Fassino alertó de que la integración europea es aún “insuficiente” y en esas condiciones “será más difícil” superar la crisis económica y recuperar el crecimiento y el empleo. En ese sentido, cree que los resultados en las recientes elecciones al Parlamento Europeo demuestran el “gran malestar” de los ciudadanos.

Por ello, considera que elegir a un presidente de la Comisión que no haya sido elegido por los ciudadanos sería “una locura total” que agravaría la desafección hacia las instituciones europeas.

No hay que perder de vista, añadió, la decisión sobre el papel que Europa quiere jugar en el mundo, y recordó que la Unión no se hizo para determinar “el precio de la leche” sino para garantizar la paz en un continente azotado por guerras internas.

Se mostró convencido de la necesidad de incrementar los poderes locales, los más cercanos a los ciudadanos, y de un cambio en las políticas europeas porque el ajuste por sí solo “no es suficiente” y son necesarias inversiones para garantizar el crecimiento, el empleo y la prosperidad.