En su intervención en este evento, organizado por Nueva Economía Fórum, Alfaro criticó esta propuesta de los expertos ya que asegura que son productos que forman la mayor parte de la cesta de la compra.

También rechazó la eliminación del sistema de tributación por módulos y lamentó que el informe de los expertos compense las bajadas de unos impuestos con la subida de otros.
 
En este sentido, admitió que a él le gusta “la reforma de Reagan, que bajó la presión fiscal en Estados Unidos del 60% al 28%”.

Asimismo, denunció la “contumacia” del Gobierno en su camino de reducir el déficit público “con subidas impositivas” en vez de con “reformas de calado”.

Alfaro sostuvo que España está viviendo dos crisis, “una económica que ha sido la más profunda de nuestra reciente historia y que hoy da sus últimos y virulentos coletazos”, y la otra, la de la credibilidad de las instituciones públicas, que “no está cerca de terminar”.

También advirtió que España “aún vive la dolorosa realidad” de haber sufrido la pérdida de tres millones de trabajos por el cierre de más de medio millón de empresas, y lamentó que aún existe un “cierre casi absoluto del mercado de crédito para particulares y pymes”.

REFORMA LABORAL
Sobre la reforma laboral aprobada por el Gobierno hace poco más de dos años, el candidato a la Presidencia de CEIM admitió que “ha detenido la destrucción de empleo y cimentado su recuperación”, pero agregó que “hay que darle otra vuelta”.

En su opinión, las medidas introducidas por el Gobierno se centraron “mucho” en el “final de los contratos”, es decir, en las condiciones de despido, “pero no hemos trabajado con imaginación lo que es incorporar a los parados”, en referencia a la contratación.

También apuntó que, aunque la tarifa plana en la cotización de los nuevos contratos indefinidos es positiva, “preferiría una bajada lineal de las cotizaciones de la Seguridad Social”.

Por otro lado, valoró la reestructuración del sistema financiero, aunque advirtió que “no ha supuesto una recuperación del crédito”; y confió en que la reforma del sector energético “mejore la seguridad jurídica para las empresas y establezca un precio que nos permita competir en un mundo globalizado”.