Collboni advirtió de que “estamos en un momento crítico de la historia moderna y de la historia de Barcelona como consecuencia, entre otros aspectos, de la falta de capacidad de los gobiernos de llegar a acuerdos y la persistencia del proceso independentista”.
 
Durante este encuentro informativo organizado en Barcelona por Nueva Economía Fórum, aseguró también que ahora mismo no se plantea ningún pacto de gobierno para después de las elecciones porque “salgo a ganar y no a pactar”.
 
El candidato socialista considera que es la mejor apuesta para una Barcelona fuerte frente “a los que quieren convertir la ciudad en la capital de una república” independentista, frente “a los que vienen de fuera” -en referencia a Manuel Valls- y frente “a los que tienen el objetivo de cavar trincheras con el riesgo de que la ciudad quede trinchada”.
 
El candidato socialista reivindicó la Barcelona de Pasqual Maragall, el que fuera alcalde de la ciudad en los Juegos Olímpicos de 1992, en un desayuno informativo que reunió también otros alcaldes socialistas como Jordi Hereu y Joan Clos. Ante ellos manifestó sentirse heredero de todos los alcaldes socialistas que ha tenido la capital catalana.
 
Para Collboni, en las próximas elecciones municipales del 26 de mayo “nos jugamos más que nunca Barcelona y su ADN”. Por eso, como retos de futuro planteó combatir el envejecimiento de la población que vive la ciudad con medidas que ayuden a las familias jóvenes a poder emprender un proyecto de futuro y que no las obliga a irse por el elevado precio de la vivienda. Entre los retos también situó la lucha contra la pobreza infantil y la ayuda a los emprendedores.