Así lo indicó Urkullu durante la celebración de el encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum, donde recordó que en los presupuestos para 2021 el Gobierno vasco no contó con el apoyo de ningún grupo parlamentario de la oposición, pese a que con Podemos se esforzaron “hasta el último minuto”.
 
También explicó la experiencia que tuvo con EH Bildu de cara al presupuesto de 2020, con quien mantuvo negociaciones “hasta el último minuto” que luego, por alguna razón, se “truncaron”, pero no por parte del Gobierno vasco. En relación al PP y Cs, apuntó que su planteamiento para 2021 fue la de presentar enmienda a la totalidad “sin necesidad de sentarse a hablar”.
 
Ante esta situación, Urkullu aseguró que los presupuestos se van a aprobar porque PSOE y PNV cuentan con mayoría absoluta, una mayoría que es “absolutamente legítima”. Por ello, destacó que no ve “dónde está el problema” ni que se “ponga en cuestión las capacidades de acuerdo” de una mayoría absoluta de 41 parlamentarios sobre 75.
 
Además, aclaró que la disposición de esa mayoría absoluta es hablar con todos los grupos parlamentarios que así lo quieran y que aspiren a negociar un proyecto de presupuestos, ”no que digan que quieren negociar y luego actúen de forma táctica o estratégica hasta el último minuto o no según lo que puedan ser los intereses de cada formación política”.
 
ECONOMÍA
Durante su intervención, Urkullu destacó que son conscientes de la situación actual, por ello apuntó que es necesario el relanzamiento económico y la cohesión social de Euskadi. Al respecto, puso en valor que el proyecto de presupuestos planteado por el Gobierno vasco responde a esta “voluntad”.
 
En concreto, explicó que se trata del proyecto de presupuestos “más elevados” de la historia de Euskadi y que casi el 80% se destinará a políticas sociales. Además, aumentan un 50% las inversiones y se seguirá impulsando la inversión en investigación y desarrollo con un incremento de casi el 10%.
 
Estos presupuestos, continuó, simbolizan el “punto de inflexión” para el relanzamiento económico y social de Euskadi, así como para la cohesión social. Este proyecto, supera por primera vez los 13.000 millones de euros y permite contar con gasto operativo disponible de 694 millones superior al del presente ejercicio, según expuso.
 
En ellos se mantiene el 100% del programa especial Covid destinado a salud y educación, y se han incrementado los recursos destinados a garantizar las políticas públicas esenciales. En su conjunto, el proyecto de presupuestos destina el 77% de sus recursos, casi ocho de cada 10 euros, a dar respuesta a las políticas sociales.
 
“El equilibrio y la cohesión social es un objetivo de país prioritario en nuestro modelo”, añadió, al tiempo que afirmó que se han planteado un objetivo “ambicioso”, que consiste en situar a Euskadi entre las regiones europeas “más avanzadas” en 2030.
 
Además, subrayó que este proyecto recoge la apuesta “inequívoca” por la perspectiva global de género, una perspectiva que “sigue creciendo” y que abarca en esta ocasión el 16,5% de la propuesta. Mediante este enfoque, Urkullu celebró que con este proyecto de presupuestos financian iniciativas “destinadas a avanzar en la igualdad efectiva”.