"Afrontamos una etapa extraordinariamente importante. Hablamos de la cuarta revolución industrial, que tiene una evolución que algunos calculan que es 20 veces superior a la primera revolución. O somos capaces de encarar el futuro del trabajo con el compromiso, la participación y pensando en las personas y los seres humanos o difícilmente superaremos esta prueba que se nos presenta a la humanidad", revindicó.

Álvarez se expresó de esta forma durante la entrega de este galardón a Guy Ryder, que tuvo lugar en el Teatro de la Zarzuela de Madrid en presencia de destacados miembros del Gobierno, políticos y representantes sindicales, donde ensalzó el papel desempeñado por la OIT y su director.

En este sentido, Álvarez dijo sentir "como propio" el premio a la OIT y su director general, porque la UGT estuvo presente en la fundación del organismo internacional, con la presencia de Largo Caballero en representación del sindicalismo español, y recordó que Nicolás Redondo encabezaría años después la UGT que "establecía la democracia, representando al sindicalismo en la OIT".

Álvarez glosó que la OIT es una organización "sin la cual no se entendería el avance de las relaciones laborales", "de la construcción del diálogo", ni de la "cultura de la negociación tripartida que se ha ido abriendo camino en el mundo".

El dirigente de UGT subrayó en este sentido el "peso extraordinario" que la OIT ha tenido en sus cien años de trayectoria y predijo que la perspectiva es "que tiene que tener un peso mayor en los próximos años", y está llamada a jugar un papel "extraordinariamente importante".

Asimismo, dijo que el hecho de que lo reciba su director general es "entrañable" y UGT lo siente "como propio". Álvarez confesó que había conocido a Guy Ryder "hace muchos años" y que "siempre ha acompañado al sindicalismo español", no solo durante la época de democracia sino con anterioridad.