En el citado encuentro informativo organizado en Barcelona por Nueva Economía Fórum, Rull declaró: “No lo aceptaremos porque sería limitarnos innecesariamente; existen otras legalidades que se pondrán encima de la mesa en este proceso de diálogo”.

Asimismo explicó que la Declaración Unilateral de Independencia no es una amenaza porque la hoja de ruta de su candidatura prevé un plazo de 18 meses para el diálogo.

Pero avisó de que “si se agotan todas las posibilidades de diálogo tendrán que gestionar la frustración” de muchos catalanes. “En cualquier caso no puede haber un elemento de resignación”, insistió.

El dirigente convergente explicó que este proceso de diálogo tiene cuatro partes: Cataluña, España, la Unión Europea y la Comunidad Internacional. En este sentido, apeló al principio de democracia: “Los principios fundacionales de la Unión Europea tienen como pilar básico los principios de la democracia; la UE nunca le dará la espalda a la democracia”.

Poniendo como ejemplo la independencia de los países bálticos, Rull citó a Amadeu Altafaj, quien trabajó durante 10 años en la Comisión Europea como delegado catalán en la UE: “He visto que la Comisión y la Unión Europea hacían cosas que parecían jurídicamente imposibles y políticamente impensables”.

Además, Rull dio como argumento otro principio por el cual se rige la Unión Europea: el principio pragmático. “Nadie va en contra de sus propios intereses”, dijo. En relación al potencial catalán, añadió: “En Cataluña tenemos lo mejor del norte –cultura del esfuerzo– y lo mejor del sur –creatividad y mediterraneidad–”. Y remató: “Los catalanes queremos vivir de nuestro propio esfuerzo (en contraposición a las subvenciones europeas) y a Europa le interesa que haya países como Cataluña”.