Por tanto, apuntó el director del Servicio de Estudios, "la expansión del negocio no puede ser la base fundamental de la rentabilidad y de la solvencia de las instituciones".

A partir de ahora, tendrá que "descansar más en los márgenes y en la capacidad de las instituciones de ahorro y en mejorar la eficiencia", indicó.

Por otra parte, Malo de Molina se refirió también a los cambios que se van a producir relacionados con el aumento del crédito, pues aunque sigue aumentando a "tasas interanuales elevadas", en las trimestrales, crece en línea con el crecimiento nominal de la economía.

Según las previsiones del Banco de España, el crédito podrían "incluso" crecer "por debajo del crecimiento nominal de la economía" en los próximos meses.

Sobre los últimos datos de Contabilidad Nacional, Malo de Molina dijo que vienen a "confirman que la desaceleración está siendo más pronunciada de lo que se esperaba", y que España "ha entrado en una fase de ajuste después de un periodo de expansión muy denso y prolongado".

El director del Banco de España, comentó que se ha acentuado "lo que era un ajuste necesario, inevitable e incluso deseable".

Malo de Molina habló también del ajuste que afronta el sector inmobiliario, moderación de la actividad que "debe producirse", y que será "más fácilmente absorbible" si se "flexibiliza la economía española".

Además comentó que una bajada de tipos de interés no beneficiaría a la economía española y defendió las decisiones del Banco Central Europea.

SOLVENCIA

En la jornada también participó el presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI), Emilio Ontiveros, quien destacó que en España se puede "estar relativamente tranquilos sobre la solvencia de actual de los bancos españoles", aunque criticó la alta dependencia de la financiación exterior.

Para Ontiveros hay que hablar de una "crisis crediticia con todas las de la ley", con la "singularidad" de que es la primera en la que el "epicentro" está en la "aristocracia del sistema financiero" internacional.

El presidente de AFI criticó que se estigmatice el endeudamiento de las compañías, cuando, dijo, el problema ha estado en una "mala gestión del riesgo".

Por su parte, el presidente del Banco Sabadell, José Oliu, se mostró "optimista" sobre el pronto fin de la crisis que se ha producido en los mercados de liquidez, pues, explicó, la situación "se está relajando", aunque "muy despacio, poco a poco".

En este sentido, Oliu comentó que el "sistema financiero español no es inmune a la escasez e la liquidez global". Más bien, apuntó "es débil" porque en los últimos cinco años España ha vivido donde la "capacidad de ahorro privado ha sido insuficiente para financiar" la inversión.

En su opinión, el Banco Central Europeo "no" debería tocar los tipos de interés porque "no creo que haya riesgo sistémico suficiente", mientras que si hay dificultades en materia inflacionista.