"Cuarenta años más tarde es hora de replantearnos absolutamente todo"

Alberto Garzón en el Fórum Europa

"Cuarenta años más tarde es hora de replantearnos absolutamente todo"

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MADRID, 13 de julio. El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, afirmó este viernes en el Fórum Europa que cuarenta años después de la aprobación de la Constitución "es hora de replantearnos absolutamente todo" y construir una república federal que plasme la "realidad" plurinacional de España y resuelva políticamente los problemas territoriales, incluido el de Cataluña, sin atender la "deriva exaltada de la derecha reaccionaria" representada por los sectores más conservadores del PP y de Ciudadanos.

En su intervención en la citada tribuna de debate, organizada por Nueva Economía Fórum, Garzón apostó por un debate "sincero" sobre el modelo de país con un debate político "de altura", "sin lastres", en el que no haya autocensura de cuestiones "obvias", como el hecho de que en Cataluña existe una "masa" social heterogénea pero que por diferentes motivaciones cree que la independencia es la mejor solución a sus problemas. Eso es un problema político que no puede tener una solución meramente judicial o policial sino política, insistió.

Garzón subrayó que en la Constitución hay artículos que son "residuos" de una concepción de España "reaccionaria" y adversa a plantear una alternativa. Por ejemplo, explicó, España es de los pocos países en los que se atribuye al Ejército la salvaguarda de la idea de España.

"ZONAS OSCURAS" DE LA DEMOCRACIA
"Cuarenta años más tarde es hora de replantearnos absolutamente todo", concluyó, y de recuperar una idea de España que en la historia reciente "siempre existió" y que se plasmó en el republicanismo federal del siglo XIX pero que fue "censurada y reprimida" por quienes defendían una única concepción homogénea y centralizadora, desde Cánovas del Castillo hasta Primo de Rivera y Francisco Franco.

En un momento dado y en respuesta a una pregunta, apostó por una "revisión total" de la Constitución que incluya la abolición de lo que considera "zonas oscuras" de la democracia española, como la monarquía.

La plurinacionalidad "no es una opción", alertó Garzón, sino "una realidad" de la España actual que no se puede obviar, y por ello reconoció que le "asusta mucho la deriva reaccionaria" del PP y de Ciudadanos, combinada con la decisión del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena de imputar delitos como el de rebelión a los líderes independentistas.

"No resuelve nada", apuntó, y además cabe preguntarse por las "motivaciones" de ese juez para una interpretación "tan reaccionaria" de unos hechos que en la justicia de otros países no son constitutivos de delito.

DERECHA REACCIONARIA
Garzón subrayó su tesis de que los independentistas "se equivocaron radicalmente", pero atribuirles un delito de rebelión "significa abrir la mano" a que en la próxima huelga general los sindicalistas de los piquetes puedan ser imputados por ese delito, lo que supone "una regresión al pasado intolerable".

Al denunciar la "deriva exaltada de la derecha reaccionaria", se preguntó cómo es posible que se llame "golpistas" a los líderes independentistas, comparándolos con los golpistas de 1936 o con los de 1981. Eso no solo es un "exceso retórico", alertó, sino que contribuye a crear un clima que "aleja la posibilidad de solución" y es una "irresponsabilidad" por parte de dirigentes políticos aparentemente jóvenes pero "espiritualmente muy viejos".

Defender la independencia, subrayó, es una "opción política legítima aunque no la compartamos", y es necesario abrir cauces de diálogo para resolver la situación, algo que parece que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "ha comprendido".

Garzón cree que el juez Llarena "se ha metido en un jardín muy grande del que es difícil salir" porque ha provocado que el, según él, "jefe de la banda", Carles Puigdemont, pueda ser juzgado solo por delitos "menores" que los que llevarán a los tribunales a sus "subalternos", una situación "surrealista".

Aunque no sabe lo que decidirá Llarena, sugirió la posibilidad de que opte por una "huida hacia delante", y precisó que él es un defensor del Estado de Derecho, pero cree que ese escenario no es "ideal" en España, por ejemplo porque existen jueces de las "altas esferas" vinculados al PP  que han condenado a tres años de prisión a un rapero por decir en una canción que los borbones son unos ladrones, algo que es "un hecho históricamente comprobado". 

Garzón considera una "anormalidad" que el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, pida amparo al Gobierno para defender "la integridad del Estado", algo que no sabe qué significa pero que le suena a un "cierre de filas" para apoyar a Llarena en su interpretación "reaccionaria" de los hechos juzgados. El Estado de Derecho son "contrapesos", alertó, pero Lesmes parece entender que "o estás conmigo o eres de la antiEspaña", lo cual implica defender una especie de "Estado de derecha".

"ALIANZA REPUBLICANA"
Garzón expuso en su intervención los valores de la "alianza republicana" que apoyó la moción de censura de Pedro Sánchez en "repulsa" a la forma de hacer política y de entender la democracia por parte del PP, con unas medidas que han ido generando "polos de oposición" heterogéneos pero que comparten una idea fundamental: "La democracia podría ser otra cosa y el Gobierno podría ser de otra forma". Aunque el cambio de Ejecutivo ha sido "casi accidental", sería un error pensar que no ha habido un "proceso" en el que se ha ido fraguando esa "compleja" y "dispar" alianza republicana.

En poco tiempo, explicó, el nuevo Gobierno ha hecho "gestos muy importantes, muy notables y muy positivos" que sugieren que se puede transitar "un camino de cambio", pero en Izquierda Unida "no somos ingenuos" y saben que esos gestos "se desvanecen" si no se acompañan de una actividad legislativa coherente y una dotación presupuestaria acorde.

En un momento posterior de su intervención, apostó por aumentar el techo de gasto en 15.000 millones para empezar a revertir los recortes del PP y hacer realidad ese giro político, y explicó también que la coalición mantendrá el próximo lunes una reunión con Educación en la que pedirán "empezar a desmantelar" el modelo de la Lomce que "privilegia" la escuela concertada. Tiene que ser "progresivo", precisó, pero su objetivo es que la escuela concertada no forme parte del sistema público.

REPÚBLICA FEDERAL
Después de la "gran alegría" en el espacio sociológico de la izquierda por echar al PP del Gobierno y abrir la esperanza de que se puedan revertir determinados procesos, es "momento de replantear el modelo de país", aseguró, una vez constatado que buena parte de los grandes problemas son resultado del agotamiento del actual modelo para resolverlos. Ese proyecto de país cristaliza en una república federal, explicó, no solo porque "no queramos rey" sino por una serie de valores y principios que inspiran la forma de entender la política y la democracia.

En respuesta a una pregunta, Garzón aseguró que la relación entre Izquierda Unida y Podemos y la suya personal con Pablo Iglesias es "muy buena" y más allá de discrepancias, que las hay, comparten un objetivo estratégico y la idea de que la confluencia es una "herramienta necesaria" para conseguir ese objetivo y debe ser "de igual a igual" preservando las peculiaridades de cada territorio.

Preguntado por Madrid, subrayó que cada municipio "es un mundo" y en la capital se está trabajando por una candidatura de unidad que permita revalidar el proyecto de cambio iniciado tras las anteriores elecciones. Izquierda Unida reclama primarias por norma general, precisó, pero son un "instrumento posible, deseable", un elemento más de un proceso "integral" que se está negociando en el territorio.

En cuanto a Andalucía, el coordinador general de la coalición en esa comunidad autónoma, Antonio Maíllo, que presentó la intervención de Garzón, comentó que la presidenta, Susana Díaz, puede adelantar las elecciones por un criterio de "beneficio electoral" y ellos estarán preparados con el objetivo de ese territorio no quede "ajeno a los vientos de cambio" y defendiendo un bloque alternativo al que pueden conformar las fuerzas conservadoras, pero también con la creencia de que Díaz no tiene voluntad de conformar una "alianza para el cambio".

Preguntado expresamente por ello, aseguró que no comparte el modelo económico de Venezuela y trata de trasladarlo a España, pero criticó también a la "derecha golpista" de ese país que ha tratado de tumbar "proyectos moderados" de transformación. El embajador de ese país, presente en el encuentro, fue invitado a tomar la palabra y aprovechó para cargar contra quienes buscan solo que América Latina sea proveedor para otras zonas del mundo impidiendo la redistribución de la riqueza en ese continente con un "bloqueo disfrazado de sanciones".