Esta tesis la compartió la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en un acto informativo organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid, en una intervención en la que puso en valor que este “es un gobierno entusiasta del Estado de las autonomías”, y en la que se le preguntó por los cambios en el Código Penal, tanto del delito de sedición como del de malversación.
 
Rodríguez comentó que, al llegar al Ejecutivo, uno de los “grandes problemas” que se encontró Pedro Sánchez era la cuestión en Cataluña, que llegó a ser la “primera preocupación” de los españoles en el CIS de octubre de 2017.
 
Ante ello, dijo, se podía aplicar la “doctrina Rajoy” de “no hacer nada” o “hacer algo”, que fue por la que apostó Sánchez, según recordó Rodríguez, el de “hacer política”. Así, presumió de los frutos porque ahora “los que se saltaron las normas” se ha “conseguido” que plasme “por escrito”, el cumplimiento a la legalidad, en referencia a los acuerdos en la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat catalana.
 
Además, dijo, “empresas que antes huían, ahora decidan implantarse” en Cataluña, como ha ocurrido con la empresa Cisco que va a ubicar en Barcelona su nuevo centro de diseño de microchips.
 
Tras este repaso, y aunque se le preguntó en concreto por la reforma del Código Penal del delito de sedición y la posibilidad de que se modifique el de malversación, la portavoz se limitó a reivindicar que “hoy estamos infinitamente mejor que entonces, y eso lo hemos hecho con política y desde la legitimidad de la democracia que implica también la potestad para cambiar las normas”, señaló.
 
Además, apuntó que “si este fue uno de los grandes problemas que encontró este gobierno”, el de la crisis política en Cataluña, “una de las principales banderas fue la lucha contra la corrupción, ejemplaridad y el avance en calidad democrática. Y esa es y sigue siendo nuestra bandera”, concluyó.