En ese sentido, desconfió de que López tenga "las manos libres" para pactar después de las elecciones y vaticinó que "en la medida en que a Zapatero le interese un pacto de estabilidad con el PNV en Madrid posibilitará una entente entre los dos partidos" tras las elecciones vascas.

Ziarreta consideró "bastante complicado", por no decir imposible, que EA acabe pactando con el PSE porque la división vasca del PSOE "no es como el PSC y mucho tiene que cambiar las cosas para que EA pudiera entrar con un programa serio de gobierno" en un Ejecutivo conjunto.

En cambio sí que ve una posibilidad de que haya acuerdo entre el PSE y el PP "si dan los números", aunque en su opinión la aritmética no va a apoyar ese acuerdo.

PRESENCIA DE ANV
En cuanto a la posibilidad de que alguna marca asociada a ANV pueda concurrir a las elecciones, el presidente de EA estimó que eso sólo "dependerá de los cálculos que el PSOE haga" para su interés electoral.

Ziarreta insistió en su intervención en que el deseo de que la izquierda abertzale no concurra a las elecciones del 1 de marzo "obedece a que al PSOE no le interesa sentir el aliento del PP y conseguir tenerlo al albur de la política antiterrorista del Gobierno".

EA defiende la necesidad de que la izquierda abertzale concurra a estas elecciones pero se teme que "los cálculos y la decisión está tomada", a tenor de las declaraciones hechas sobre este asunto por la vicepresidenta.

Sobre ETA, Ziarreta coincidió con otros dirigentes políticos vascos en que se encuentra en una situación de "debilidad", y en que hay un proceso de debate interno sobre el uso de la violencia. En todo caso, insistió en que a la banda terrorista "hay que vencerla en la urnas".

Ziarreta no se atrevió ha hacer una proyección sobre hacia dónde podría trasladarse el apoyo del electorado abertzale. Inisistió en que captarlo no es un objetivo estratégico de Eusko Alkartasuna y señaló que, en todo caso, se trata de un votante "muy militante" que difícilmente apoya otras opciones.

El objetivo de la formación independentista es recuperar el electorado que dejó de votar a la coalición PNV-EA y que estaba más satisfecha apoyando a cada una de estas formaciones por separado.

"En definitiva, sacar a esas personas de la abstención, que beneficia al PSOE, y poner en marcha un proyecto soberanista con un anclaje radical abierto a todas las formaciones políticas, que no va en contra de nadie y que servirá para poner la bases para superar el marco estatutario", insistió el presidente de EA.

Según el candidato de Eusko Alkartasuna el objetivo de ese partido para el día 2 de marzo es tener "una presencia y fuerza suficiente en el Parlamento vasco para condicionar la política en los próximos 4 años".

Ziarreta recordó, además, que a estas alturas aún hay 36 transferencias contempladas en el Estatuto de Guernica que no se han traspasado, y en ese sentido, pidió el cumplimiento del Estatuto como "punto de partida" de su reclamación política, aunque "no es el punto de llegada" que EA plantea.

El incremento de competencias para otras comunidades autónomas es "positivo" en términos generales, aunque desde EA se apunta que procesos de esta naturaleza se han utilizado en la historia reciente para establecer "una especie de velo en el cual se diluye aún más la realidad" de las comunidades históricas.