Por contra, el PP, como primer partido de la oposición, debería adoptar una "política de comprensión" que permitiera una "colaboración mayor y una posición constructiva".

En el caso de CiU, manifestó que la coalición catalanista siempre ha sido "leal", tanto con los gobiernos de UCD como con los socialistas y con el PP.

Consideró, sin embargo, que la relación de "confianza" que debe sustentar tales acuerdos se rompió en la última legislatura de mandato del PP y con el posterior Ejecutivo socialista.

A ambos partidos les responsabiliza de impulsar la animadversión hacia Cataluña, "de la que ni el PP ni el PSOE están exentos". Denunció, además, que en los últimos tiempos el Gobierno se ha instalado en la política "del incumplimiento y el engaño", lo que impide una colaboración próxima de CiU con el Ejecutivo.

Personalmente, dijo Pujol, "yo no podría tener confianza en esa gente", ahora bien, continuó, "eso se puede cambiar y yo quiero que se cambie, pero es algo que no se hace de hoy para mañana, porque hace falta una demostración de lealtad sostenida" que permita la recuperación de la "confianza".

En esa línea, el veterano dirigente catalanista opinó que CiU no debe votar a favor de los Presupuestos Generales del Estado para 2009.

Ya en clave interna, Pujol pidió a los miembros de la coalición que ha liderado durante varias décadas que no den a sus adversarios políticos la "satisfacción" de "ayudarles a destruir" la formación política que ocupa el centro en Cataluña, un espacio que otros "quisieran ocupar".