Ello, en su opinión, agrandará las desigualdades, “que, baste un ejemplo, han creado un mayor porcentaje de mileuristas”. Las cuentas del Gobierno autónomo y del central “recetan lo mismo: seguir poniendo dinero para las mismas políticas sociales que no están reduciendo la diferencia entre quienes tienen más y quienes menos poseen”, dijo Vázquez durante un intervención en el “Fórum Europa. Tribunal Galicia”, organizado en Vigo por Nueva Economía Fórum.

Por ello, se mostró rotundo al indicar que este cambio “requiere una mudanza más profunda que ni PP ni PSOE están dispuestos a acometer: la vuelta al papel de los poderes públicos como redistribuidores de riqueza”.

REFORMA FISCAL
A su juicio, ésta es la alternativa que se necesita, empezando por una reforma fiscal que grave progresivamente a las rentas, “obteniendo más de aquellas que superen los 100.000 euros anuales”. Ello, según el BNG, supondrá una recaudación superior a la esperada por el Gobierno y que la misma sirva para reducir las desigualdades.

“En una palabra: creer en el gasto público como mecanismo para que la mayoría de la población vea satisfechas sus necesidades básicas, por cierto, lo contrario de lo que están haciendo el presidente Feijóo y el Partido Popular, que defienden, sin complejos, todo lo contrario”, manifestó.

Vázquez aseguró que la gente no está preocupada por el déficit público, “sino por las dificultades para mantener un empleo digno”, y denunció que tanto los Presupuestos del Estado como los de la Xunta priorizan limitar ese gasto, en lugar de preocuparse por generar más trabajo y dotarlo de condiciones dignas.

El portavoz del Bloque puso como ejemplo la situación del sector lácteo, apostando por un apoyo del Gobierno autónomo a la creación de pequeñas cooperativas “como medio de que no se cierren los centros de transformación de la leche en Galicia”.

En su opinión, en este sector, “estratégico para la economía gallega”, la solución está clara: “vivimos en un país con ventajas comparativas en este aspecto, sabemos, y tenemos los medios para producir y transformar este producto y se ofrece una alternativa viable para solucionar un problema, debe apostarse por esta solución con un respaldo financiero público; si no, ¿qué ánimos se transmiten desde los gobiernos para salir de la crisis?”.

Aseguró que estos casos se repiten en otros sectores y no se trata de subvencionar las pérdidas esperando que el mercado se regule, sino dejar de rechazar propuestas que pueden solucionar, de manera permanente, un problema que hasta ahora no han podido afrontar “con esta política, más preocupada por el recorte del gasto que por el respaldo al tejido productivo”, los responsables gallegos, españoles y europeos.