De esta forma, se ayudaría a descongestionar el tráfico de mercancías por carretera que actualmente conecta España con Francia a través de Cataluña y el País Vasco.

Para ello, Iglesias habló de aprovechar la construcción del tren de alta velocidad y apostar así por un modelo de comunicaciones respetuoso con el medio ambiente

Además, aseguró que entendía que esta obra debe ser un proyecto de Estado y advirtió que aquellas sociedades que se encuentran "más cómodas" en España, como Aragón, no deben tener "la sensación de que esta lealtad supone una penalización".

En este sentido, aseguró que Aragón se ubica en un contexto político complejo rodeado del País Vasco, Cataluña, Navarra o Valencia, vecinos muy poderosos que se desarrollaban a un ritmo más acelerado.

Sin embargo, según Iglesias, Aragón, que no tiene problemas identitarios, mantendrá en el futuro una ventaja con respecto a las comunidades que mantienen "tensiones centrífugas con el Estado" ya que caminamos hacia un mundo globalizado.

Además, en cuanto a los modelos de financiación autonómica, el presidente aragonés apuntó que el Gobierno que dirige plantea no haya dos sistemas de recaudación, de modo que se unifique las tributación de los aragoneses en una sola agencia tributaria, en la que participaría la administración central y la autonómica.

Preguntado por la tensión existente entre distintas comunidades autónomas debido a los modelos de financiación que defienden los diferentes Gobiernos regionales respondió que se trata de "tensiones" habituales que se generan en cualquier Estado.

Iglesias explicó que el Consejo de Política Financiera se reúne cada cinco años y que en él las comunidades autónomas negocian entre sí y con el Gobierno central los diferentes modelos de financiación y que, en este caso, Aragón defiende una "fórmula polinómica", con la que la financiación de cada comunidad no sólo dependa de su población, sino también se tenga en cuanta la dispersión y el envejecimiento de la misma.