Sin embargo, matizó que, dado que la oferta hostelera se multiplicará por tres y los hoteles duplicarán sus plazas, en la ciudad de Zaragoza, es probable que este aumento de los precios se regule por sí mismo.

De todas formas, el presidente aragonés recomendó a los profesionales del sector que "se anden con cuidado y que sean "prudentes" y "moderados".

La Expo de Zaragoza estará terminada a tiempo, aunque llegarán "justos", ya que es un proyecto que se ha llevado en apenas tres años, algo que ha supuesto una auténtica contrarreloj, aseguró.

"La obsesión", añadió, "ha sido que todo lo que se haga tenga un sentido y una utilidad" en el futuro, para que todas las infraestructuras sean reutilizables, con el objetivo de que "al día siguiente de la Expo no tengamos ninguna depresión".

Además, se refirió a otro proyecto turístico como el de los Monegros, que definió como un complejo dedicado al ocio, la cultura y también al juego, "una parte que nunca hemos ocultado", aseguró.

En este sentido, señaló que este proyecto deberá ubicarse en una zona que no tenga ningún nivel de protección, y se desarrollará cumpliendo con todas las leyes.

"Que imaginemos proyectos para el mundo del ocio me parece que no es ninguna barbaridad", y sobre todo si contribuyen a conseguir el reequilibrio interior de la región, afirmó.