En su intervención en el acto que organizó Nueva Economía Fórum, el ministro dijo que “las competencias en el ámbito del asilo y del refugio son estatales, y tiene toda la lógica que así sea”. Sin embargo, “parece que hay quien ignora el reparto competencial que tenemos en España cuando habla”, criticó.

Escrivá se refirió a los cuatro grandes Centros de Recepción, Acogida y Derivación (Creade) que el ministerio instaló en Barcelona, Málaga, Alicante y Pozuelo de Alarcón (Madrid) para la atención integral de los refugiados de Ucrania.

Según explicó, “la colaboración ha sido muy buena” en Barcelona, Málaga y Alicante, con la participación junto a los trabajadores del ministerio de agentes de la policía y de funcionarios del ayuntamiento y, “sobre todo, de la comunidad autónoma, de la que dependen la sanidad, la educación y los servicios sociales”.

“Estamos trabajando muy bien con todos”, pero “hay una excepción, que es Madrid”, recalcó. Esta comunidad les exige el registro en el hospital Zendal, y los ucranianos atendidos en el Creade de Pozuelo, “donde se les tramitan los permisos de trabajo y de residencia y toda la documentación”, no tienen acceso a estos servicios de tipo social si no acuden allí. En cambio, el resto de comunidades facilitan todos los trámites y toda la atención en el mismo Creade, señaló.

Por otro lado, el ministro destacó que la cifra total de personas llegadas desde Ucrania “está estabilizada en torno a las 125.000 o 130.000 desde hace más de 15 días”. “Algunas están volviendo, pero también hay nuevas llegadas”, aseguró.

Asimismo, subrayó que más de 120.000 ucranianos tienen ya permiso de residencia y trabajo gracias a la protección temporal, y que unos 7.000 han encontrado un empleo en España.

“La gran mayoría son mujeres”, y destacó lo positivo de esta cifra, “sobre todo si tenemos en cuenta que casi la mitad de quienes han llegado son niños”, que hay también mayores de 65 años y profesionales que aún precisan aprender el idioma.

En su opinión, las personas llegadas de Ucrania “manifiestan una gran proclividad a buscar trabajo aquí, al tiempo que tampoco abandonan su deseo de volver”. Por último, rechazó el argumento de que estas personas quiten puestos de trabajo a los jóvenes nacionales, por tratarse de "ofertas complementarias".