El Presidente del Parlamento Europea propone afrontar la dependencia desde la familia con un modelo descentralizado y creador de empleo<br /><br />

Josep Borrell, en el Foro de la Nueva Sociedad

El Presidente del Parlamento Europea propone afrontar la dependencia desde la familia con un modelo descentralizado y creador de empleo<br /><br />

Acto celebrado con la colaboración de    y  Fundación ONCE

Madrid, 19 de septiembre. El presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, apostó hoy por diseñar un nuevo modo de afrontar las situaciones de dependencia con mayor compromiso de las familias, más descentralizado, menos proclive a la creación de grandes centros de atención y con vocación de crear empleo. Borrell hizo esta propuesta durante su intervención en el Foro Nueva Sociedad, tribuna de debate organizada por Nueva Economía Fórumque celebró hoy su conferencia inaugural y que está patrocinada por la Fundación Once y la Fundación Pfizer

El presidente de la Eurocámara dijo que "el modelo centralizado que hemos seguido en España, con grandes centros de acogida y con una gran desresponsabilización intergeneracional no será sostenible". Una posible solución al problema de dependencia que tendrá una buena parte de la población europea en las próximas décadas sería adoptar el modelo nórdico de atención a los mayores, basado en la participación de las familias, con menos costes y con buenas perspectivas de creación de microempleo.

  

Un sistema que permitiría, por ejemplo, que un anciano con una cadera rota fuera atendido en su domicilio por familiares que contaran con la ayuda de un asistente social o personas con conocimientos sanitarios. Borrell inscribió esta reflexión en su preocupación por el futuro demográfico de Europa. Según dijo, en el año 2025 la Unión Europea habrá multiplicado por dos el número de ciudadanos de más de 80 años y tendrá 20 millones menos de jóvenes.

  

 En ese momento, los casos de dependencia "adquirirán tintes dramáticos" y el envejecimento de la población será ya "un problema grave que pondrá a prueba la capacidad de los distintos gobiernos para realizar transferencias de renta". "El bache demográfico de Europa es de tal magnitud", dijo, "que no se puede remontar sólo a través del aumento de la natalidad". Entiende Borrell que la sociedad europea no puede confiar en los países del Este que también viven su particular "bache demográfico" y que como cualquier otra sociedad de camina hacia la opulencia, llegarán a estar tan "instalados en su bienestar que ni siquiera se molestarán en reproducirse". En esta tesitura, indicó la inmigaración es un elemento importantes, puesto que "tres cuartas partes del crecimiento demográfico de la UE se debe a los inmigrantes".

  

ADIÓS AL LENGUAJE DE LAS CRUZADAS  

La Unión Europea se emfrenta a otro gran reto social para las próximas décadas que no es otro que la integración de los venidos de fuera. En la actualidad, señaló, los países de la UE están abandonando el modelo británico que permitía a los inmigrantes continuar con sus culturas "sin límite" en el país de acogida.

  

Añadió que los atentados terroristas de Madrid y Londres han hecho mucho por dirigir la política de inmigración hacia el modelo francés, que implica que los recién llegados tienen que aceptar la constitución, las normas, las costumbres y la lengua del país de destino.

  

El exponente más claro de este segundo modelo es el francés, que con su ley de prohibición del velo en las escuelas garantizaba la laicidad de la educación pública, un valor tradicionalmente defendido por el Estado galo.

  

Borrell no se pronunció explicitamente sobre el "golpe de timón ideológico" en esta materia y afirmó que tanto el modelo permisivo como el más restrictivo son buenos si contribuyen a la identificación de los inmigrantes con el país en el que viven y a generar vías de convivencia.

  

Insistió en que la UE debe encontrar caminos para relacionarse con el mundo muslmán a través de la "gran inciativa" que puede ser el "pacto de civilizaciones" hecho por el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero.

  

"Hemos de pasar del conflicto a la cooperación. El lenguaje de las Cruzadas no vale. No podemos matar a todos nuestros enemigos", concluyó el presidente del Europarlamento.

  

ALIANZA DE CIVILIZACIONES

Borrell insinuó que el líder del PP, Mariano Rajoy, no concede importancia a la propuesta de "alianza de civilizaciones" hecha por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, porque querría haberla hecho él.

  

 "Se podrá estar más o menos de acuerdo en el momento o en el protagonismo de los agentes políticos. Probablemente todo el mundo ambicionaría estar en el lugar del que hace algo, y no estándolo tampoco tiene especial interés en poner en valor lo que hacen los demás", aseguró.

  

 En su opinión, hoy "nadie puede calificar de broma el intento de estableder una relación basada en el diálogo entre el mundo occidental y el mundo islámico y no creo que ninguna fuerza política tenga interés en  devaluar una iniciativa como esta".