Así lo indicó en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, en el que fue presentado por el exvicepresidente segundo del Gobierno Pablo Iglesias. El embajador Velasco señaló como algo lógico el interés que “concita interés a nivel internacional” el plan constituyente en Chile, cuyo proyecto salió rechazado por el 62% en el plebiscito celebrado el pasado 4 de agosto.
 
Velasco dijo que es “muy relevante mirar ese 62% que vota rechazo, como un fenómeno multifactorial pero muy contundente”, y añadió que “lo que se rechazó y lo que decía el presidente Boric es una propuesta de texto constitucional, pero el proceso sigue”.
 
En la misma línea, recordó que el proceso para redactar una nueva Carta Magna que reemplace a del tiempo de Augusto Pinochet suscitó la aprobación de “un 78% de la ciudadanía chilena, que votó que Chile quería una nueva Constitución”. Por ello, apuntó, “lo que podría entenderse como un traspié del proceso, es simplemente el rechazo de este texto constitucional”.
 
DEBER POLÍTICO
 
Para el embajador en España, “las fuerzas políticas chilenas tenemos un deber” que es “mirar con humildad esos resultados, ya sea desde el apruebo o desde el rechazo y ponernos al servicio de nuestro país, que es lo que nos corresponde”.
 
El objetivo, afirmó, es “seguir a la brevedad con el proceso, encontrar mecanismos de diálogo que permitan acercarnos y fortalecer este hito tan importante para nuestra República, que arrastra hace ya décadas una institucionalidad heredada de la dictadura”.
 
En su opinión, Chile “tiene la posibilidad de volver a escribir su historia, ahora de forma democrática” y agregó que “hay muy buenas razones para creer que eso va a suceder y que va a suceder prontamente”.
 
A favor de esa confianza, sostuvo, hay dos elementos “muy interesantes en Chile”, el primero “es un elemento histórico a lo largo de toda nuestra historia democrática”, en la que “hemos sabido resolver nuestras diferencias siempre de manera ordenada, republicana y a través de las urnas, ocupando el diálogo como la herramienta principal para resolver esos conflictos”.
 
El segundo elementó, señaló, “es algo más coyuntural”, pero “me parece muy relevante que, en cuanto se conocieron los resultados del plebiscito, esa misma noche, todas las fuerzas políticas democráticas del país, e incluso los representantes empresariales salieron a decir que el proceso sigue y que sigue con ciertos mínimos comunes”.
 
De ahí, concluyó, “la oportunidad que tiene hoy en día Chile para construir un futuro más unificado, con amplias mayorías transversales que se hagan cargo de esos mínimos comunes”, como “los derechos sociales, y ciertas garantías para la ciudadanía”.