“Si soy alcalde, cada día plantaremos un árbol”, afirmó Pérez durante un acto informativo en Málaga organizado por Nueva Economía Fórum, en el que expuso que su proyecto de ciudad pasa por impulsar un “pulmón verde” en los terrenos de los antiguos depósitos de Repsol porque forman un triángulo con los dos distritos más concurrido de la ciudad: carretera de Cádiz y Cruz de Humilladero.
 
Pérez denunció que “ahora mismo” Málaga es una de las ciudades que “menos metro cuadrado tiene” de zona arbolada, por lo que resumió que su proyecto pasa por “más parque y menos torres, más verde y menos cemento”.
 
El candidato socialista expuso que su proyecto pasa por una “apuesta” por los barrios de manera que el ciudadano pueda decir que su calle esté igual de limpia que la calle Larios, porque “eso se puede hacer”.
 
Después de criticar que el modelo actual ha abandonado a los barrios, indicó que uno de sus proyectos “no faraónico” pasa por la peatonalización toda la Alameda, con un “pequeño” soterramiento de 300 metros, de manera que quede unido todo desde la Marina hasta el Guadalmedia.
 
Así se establece una “nueva centralidad” y se acabaría con la brecha que el río ofrece en la ciudad porque, sumado al ‘renaturalizar’ el río, éste queda “abierto a los barrios” y éstos al centro.
 
El candidato socialista también apostó por dejar “abierta” la Plaza de la Merced, sin la construcción de ningún edificio en el solar de los cines Astoria; adecuar el paseo marítimo por Pedregalejo y El Palo; buscar otro enclave para la gran torre hotel en la zona del Puerto; y, entre otros aspectos mejorar y ampliar el palacio de Ferias y Congreso tanto en lo que se referente a la instalación como a la zona y “no dar imagen no adecuada” de lo que es la ciudad.
 
Según Pérez, Málaga corre “el riesgo de morir de éxito” porque ha sufrido una “gran transformación” que es “innegable” pero desde una “falta de modelo de ciudad” que lleva a perder de vista la “Málaga real” y que, según datos oficiales que aportó, está “dando síntomas de agotamiento” como que es una de las “ciudades con menor calidad de vida” y de la que se han ido en los último cuatro años 35.000 jóvenes.