Blanco acusa a Rajoy de poner "precio político" al final de la crispación al condicionarla a su victoria electoral

El secretario de Organización y Coordinación del PSOE en el Fórum Europa

Blanco acusa a Rajoy de poner "precio político" al final de la crispación al condicionarla a su victoria electoral

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MADRID, 20 de febrero. El secretario de Organización y Coordinación del Partido Socialista, José Blanco, acusó hoy a Mariano Rajoy de poner "precio político" al final de la crispación al condicionarla a su victoria electoral. "Eso tiene nombre. Y sólo una respuesta: acabar con la crispación, sí, pero no devolviendo el poder a Rajoy, sino haciendo posible que la derecha tenga los dirigentes moderados y responsables que España se merece", añadió. Blanco intervino en el Fórum Europa, organizado por Nueva Economía Fórum, para exponer la actitud del PSOE ante las elecciones del 9 de marzo

Su conclusión, entre otras, es que el líder del PP ha emprendido en la recta final hacia las elecciones "una operación de travestismo para dejar de ser Rajoy, un plan de belleza política en 15 días de resultados más que dudosos".

"Oírle hablar ahora de consenso y manos tendidas produce indignación" después de ver lo hecho en cuatro años, y verle proclamarse heredero del socialismo clásico "mueve a risa". Alguien debería recordarle, aseguró, "que esto son unas elecciones, no un baile de disfraces".

En su intervención, comparó las trayectorias de los líderes de ambos partidos en el Gobierno y en la oposición, recordando que Mariano Rajoy también gobernó durante ocho años aunque ahora quiera "borrarlo de la memoria" de los españoles.

Aseguró que únicamente quedan "dos vestigios" de su periodo de Gobierno en su actual discurso, la situación económica y el terrorismo. Sobre el primer asunto, empleó la ironía para rechazar la tesis de la supuesta herencia "esplendorosa" que Rodríguez Zapatero ha dilapidado.

Si eso fuera cierto, "los datos de la economía española en 2008, tras cuatro años de incuria y despilfarro por parte de un gobierno descuidado y manirroto, tendrían que ser necesariamente mucho peores que la brillantísima situación de 2004", algo que se dispuso a desmentir en su discurso.

Desgranó a continuación "un somero repaso" de los datos comparados de crecimiento económico, situación de las cuentas públicas, Fondo de Reserva de la Seguridad Social, renta media per cápita, pensiones, presión fiscal para concluir que "o la herencia no era tan buena, o tener dos pesetas con Aznar es mucho mejor que tener cinco con Zapatero".

En medio de todo ello, se refirió a la contribución de los inmigrantes, "a los que ahora Rajoy y (el secretario de Economía y Empleo del PP) Arias Cañete van a meter en cintura haciéndoles firmar un contrato de buenos modales y enseñándoles a servir el café como siempre".

Denunció con sorna el empeño por regularizar a los cientos de miles "que se le habían colado al Gobierno de Aznar" para que paguen impuestos y coticen "aunque ello haya traído consigo el engorro de tener que atenderlos en nuestros hospitales si necesitan, por ejemplo, una mamografía".

"Hubiera sido mucho mejor, sin duda, dejar que siguieran pudriéndose en el trabajo clandestino, a ver si así se aburrían y se marchaban", añadió.

ETA Y LA AVT

Con esa misma sorna, comparó los datos de detenciones de presuntos etarras y víctimas mortales del terrorismo en ambas legislaturas, y se refirió también a las acusaciones lanzadas por el presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, contra el Gobierno.

"Claro que tiene razón cuando embiste contra el Gobierno en nombre de las víctimas y por cuenta del PP. Los 1.800 millones de euros de ayuda a las asociaciones de víctimas que entregó el gobierno anterior eran todo un homenaje y una gran muestra de respeto. Los 3.600 millones, el doble, que ha entregado este gobierno son una prueba de olvido y de desprecio".

Sobre la lucha contra ETA y las recientes informaciones sobre las cartas intercambiadas entre la banda y el Ejecutivo, aseguró que el único que ha enviado cartas a ETA fue el de Aznar. "Los que hablan ahora no dicen lo que hicieron ellos antes", proclamó.

Blanco ironizó con que el anuncio de ruina económica "con toque de trompetas y entre grandes aspavientos y exclamaciones de jolgorio en la calle Génova" se tornaría en "magnífica prosperidad" si el PP ganara las elecciones.

El dirigente socialista echó mano de la congelación de los sueldos de los funcionarios, de la reducción de las becas y del número de policías y guardias civiles para sintetizar la gestión de Rajoy al frente de los ministerios de Administraciones Públicas, Educación e Interior, aparte de los "hilillos de plastilina" del buque "Prestige".

En empleo, vivienda o seguridad ciudadana los datos comparativos de la gestión de unos y otros son "inapelables", aseguró, también en infraestructuras.

Justo el día en que ha comenzado a funcionar el AVE entre Madrid y Barcelona, subrayó que ha habido dos meses de retraso desde la fecha indicada por el Gobierno, "y la que se ha montado", pero han sido más de cuatro años desde la prevista por el Gobierno del que formaba parte Rajoy.

"Y TODO PORQUE PERDIÓ"

Blanco comparó la gestión de ambos en el Gobierno pero también en la oposición, lo que juzgó actitud "leal" de Rodríguez Zapatero frente a la "desleal, obstruccionista y a ratos desestabilizadora" de Mariano Rajoy.

Lo más grave, aseguró, no es sólo "la búsqueda premeditada de confrontación" en terrenos que deberían estar ajenos, como el terrorismo, sino la utilización de la fuerza política que dan 10 millones de votos, un partido poderoso y algunas complicidades "para abrir profundas grietas de división en todos los espacios y estratos de la sociedad española".

Ha obedecido a una estrategia, denunció, que ha incluido la "involución política" del PP y que además ha generado una atmósfera "irrespirable en la vida política en la que todas las infamias han encontrado su aliento y su amparo".

Blanco acusó al PP de estimular los agravios territoriales, de pregonar catástrofes "y darles la bienvenida si llegaban", y de hacer retroceder la convivencia, "y todo porque perdió cuando le habían prometido que ganaría".

Pese a las reiteradas preguntas, no quiso pronunciarse sobre las encuestas más allá de subrayar que todas "sin excepción" reflejan la victoria del PSOE.

Son mayoría quienes desean una victoria del PSOE, aseguró, y la tarea ahora es convencer a esos ciudadanos de que no basta con querer esa mayoría, sino que es necesario votar para conseguirla y garantizar con ello que los socialistas pueden aplicar su programa "sin depender de nadie".

No quiso pronosticar un resultado pero sí un nivel de participación, "en el umbral" de las últimos comicios, por la movilización masiva de quienes saben que si no acuden a votar "pueden volver Rajoy, Acebes y Zaplana".

Sobre la quema de una foto de la Familia Real por parte del avatar virtual en Internet de Gaspar Llamazares, Blanco se limitó a pronosticar que esa campaña "va a tener poco éxito".

Y sobre los intentos de agresión a Dolors Nadal, María San Gil y Rosa Díez, Blanco negó que la supuesta crispación del PSOE sea la causa y los atribuyó únicamente a "energúmenos", y reclamó que ese tipo de actos se condenen en todo caso, también cuando los abucheos se dirigen al presidente del Gobierno en un acto institucional como el del 12 de octubre.