Durante su participación en el encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum, explicó que el resultado de las elecciones al Parlamento Europeo solo debería tener un peso “relativo” en las primarias posteriores.

Sería un “error” e igualmente “absurdo”, aseguró que, por no sacar más votos que el PP, los socialistas “nos demos más latigazos de los que llevamos dándonos dos años” o “tirar las campanas al vuelo” y pensar “que todo está ya resuelto”, si sucede lo contrario.

Cree que esas elecciones son solo “una meta volante” en un camino iniciado en el Congreso Federal de hace dos años, al que el PSOE llegó “casi sin coches oficiales pero rodeados de UVI” y ahora el enfermo tiene “estabilizadas las constantes vitales”.

Fue el propio Rubalcaba el que apostó por primarias abiertas, recordó, “no digo que sueñe con ellas ni que lo tenga claro desde chiquitito”, pero podría haber evitado asomarse a ese “precipicio” y no haber abierto la puerta a un proceso “que puede salir de una manera o de otra”.

Considera que Rubalcaba está gestionando con responsabilidad una transición complicada y ha cumplido los objetivos que tenía el PSOE tras aquel congreso. Por ello, “se ha ganado el derecho a decidir lo que él quiera hacer”.

Nadie en el PSOE cuestiona su capacidad, subrayó, aunque es verdad que cada cual es lo que es y sus circunstancias, y en el caso de Rubalcaba es más “la capacidad reconocida que las circunstancias que le rodean”.

En todo caso, se mostró convencido de que tomará la decisión “que más convenga al PSOE”, porque de hecho “ya ha empezado a tomarla” dando paso a unas primarias abiertas.

A partir de ahí, cree que habrá “varios candidatos”, que el debate entre ellos será “mucho más civilizado de lo que algunos piensan” y que el partido deberá responder a lo que los ciudadanos piden, y piden “mucho cambio”.

García-Page puso en valor el hecho de que el PSOE está en condiciones de hacer unas primarias abiertas que suponen “un riesgo” para el propio partido, en la medida en que cede la decisión a ciudadanos no militantes, “pero el mayor riesgo es no asumir ninguno”.
 
“Pueden salir mal”, reconoció, pero en todo caso “van a oxigenar” la política.
 
En contra de quienes evitan el debate de nombres, y aunque defiende esperar a después de las europeas, reconoció que las ideas y las personas que las defienden son “las dos caras de la misma moneda” y en España es importante el perfil del candidato. No era lo mismo Felipe González que Joaquín Almunia, sentenció, como tampoco José María Aznar y Mariano Rajoy.

Cuando se abra el proceso y los aspirantes den un paso adelante “los demás nos tendremos que callar”, aseguró en un momento del coloquio. En Castilla-La Mancha las primarias para elegir al candidato autonómico serán a finales de año o principios del siguiente porque la prioridad es combatir “el pucherazo” que el PP pretende con el cambio electoral.

Su decisión en ese momento estará condicionada por lo que decida el partido en Castilla-La Mancha y también en sintonía con el conjunto del PSOE, aseguró, pero sobre la base de que el objetivo último será elegir a quien esté “en mejor condición para gobernar” en la comunidad autónoma y al mismo tiempo servir de “revulsivo” en el conjunto de España.