Por otro lado, dijo que en las conversaciones con Ezquerra no aparecen "tentaciones de ruptura" y valoró positivamente la apuesta de este partido por el estatuto dado que es una formación independentista que apoya una propuesta de base federal.

También aseguró que el estatuto se ha hecho sin ninguna injerencia del PSOE y no duda de que el PSC va a continuar con el mismo nivel de autonomía que ha tenido hasta ahora. Incluso considera que se ha hablado poco con el Gobierno central y entre PSC y PSOE y que sería bueno un mayor diálogo. Recordó que tras la entrevista mantenida esta semana entre el presidente del Gobierno y el de la Generalitat, la impresión de Pascual Maragall fue buena y que son conscientes de que habrá dificultades con la financiación. El conseller, que dejó claro que la reforma del estatuto no es un capricho sino una necesidad, aseguró que es no es una vía para reformar la Constitución y que detrás están las demandas sociales de los ciudadanos catalanes. "El estatuto no plantea la disgregación del Estado", aseveró al tiempo que añadió que se trata de "un pacto de renovación del acuerdo entre Cataluña y el Estado. Esto no es el Plan Ibarretxe ni desde el punto de vista de los contenidos ni de las formas". En este sentido, agregó que en Cataluña se han preocupado de que la reforma estatutaria goce de un gran acuerdo social y político en Madrid.

En cuanto a la financiación explicó que en un principio es bilateral y que, posteriormente, hay mecanismos de multilateralidad y que en el texto, tal y como está ahora, no hay ninguna propuesta detallada, únicamente concreta el 50 por ciento como tope máximo de impuestos cedidos, con una aplicación gradual de 5 a 10 años.

Joan Saura quiso desmentir la idea de que Cataluña es "rica" y subrayó que se trata de una sociedad con grandes retos con un nivel de desigualdad importante, por ejemplo en Barcelona, con 800.000 inmigrantes y con pensiones por debajo de la media estatal.

Respecto a la solidaridad interterritorial, el conseller matizó que no existe un criterio en este sentido en el Estado y que el principio que defienden es que el nivel de servicios sea igual en todas las comunidades con un esfuerzo fiscal similar. En todo caso, apuntó que un Estado centralista no asegura la solidaridad y que en el estatuto dicen que no a menos derechos por tener menos recursos.

CATALUÑA COMO NACIÓN
Aunque reseñó que no es nacionalista pero cree en un estado federal, Saura defendió el concepto de Cataluña como nación y recordó que los líderes de los partidos catalanes excepto el PP acordaron que en el estatuto debería definirse como "una nación y punto".

No renuncian al acuerdo con el Partido Popular para el que, asegura, han hecho todo lo posible y aprecia que el mensaje del PP a nivel central está cambiando. Recordó que hace un año rechazaban los Tribunales Superiores de Justicia como última instancia y las agencias tributarias y que ahora estas dos cuestiones están recogidas en el estatuto de la Comunidad Valenciana y que también lo plantea Baleares, ambas gobernadas por los 'populares' "El Partido Popular está en un momento de replantearse algunas decisiones", aseguró y vaticinó que no llegarán a un acuerdo sobre la definición de Cataluña pero sí en otras cuestiones. "El PP no se quiere quedar al margen del Estatuto", remachó.

Preguntado por el futuro de la Monarquía, Saura no quiso hacer vaticinios y dijo que esta institución no es un problema para el estado federal. También indicó que no conoce ejemplos de monarquías con el nivel de descentralización de España.