Maradiaga dijo estas palabras en el desayuno organizado por Nueva Economía Fórum este viernes en Madrid, que contó con el patrocinio de Asisa, Red Eléctrica de España y BT. El acto estuvo presentado por el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro.

Durante su intervención, Rodríguez Maradiaga sostuvo que “el libre mercado no es enemigo de la cooperación” aunque denunció que el neoliberalismo sin sentido ético “sólo ofrece la autocomplacencia de las ganancias redondas”, refiriéndose a la mera especulación como “virus que andan por el ambiente”. “La responsabilidad social es indispensable si queremos llegar a un crecimiento más equitativo”, insistió.

“El dinero y el cortejo de placeres son parte de un sentir psicológico, de una sociedad y unas generaciones que optan por el egoísmo y por formas patológicas de narcisismo”, agregó.
 
El responsable de Cáritas Internacional consideró que las desigualdades perviven en el mundo, precisamente, por haber obviado el lado ético. “Todo viene de haber marginado la ética de la economía. No viene de fuera, no es un sombrero o una camisa de fuerza que quiera poner la Iglesia, viene de responder dos preguntas fundamentales: quién soy y para quién existo”.

La presentación del presidente de Cáritas Internacional corrió a cargo del arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, que destacó las “ejemplaridades” del invitado y repasó varios apuntes biográficos del prelado americano, como sus conocimientos aeronáuticos, su amplia trayectoria en la Iglesia (fue creado cardenal en 2001 por Juan Pablo II) y su gusto por la música. En este sentido, subrayó que Rodríguez Maradiaga dirigió una orquesta cuando estuvo en el seminario. “Quien es artista tiene una capacidad mucho mejor de entender la realidad”, destacó Osoro.

GLOBALIZACIÓN DE LA INDIFERENCIA
El arzobispo de Tegucigalpa, en respuesta a las cuestiones de los asistentes, también se refirió a otros asuntos, como la situación que atraviesa Venezuela. “Hay que decir la verdad y un pueblo no puede ser gobernado por dictadores”, denunció.

“Reprimir como se está rebatiendo a una oposición que debe tener un puesto. Es legítimo que haya una oposición y que pueda dialogar con argumentos. Reprimir es un signo de enorme debilidad. Cuando la persona no tiene argumentos, usa la fuerza.

Venezuela no puede continuar aislada del mundo”, denunció, apelando a la comunidad internacional a acabar con la “globalización de la indiferencia”.

Por ello, también se ocupó de otros asuntos como la deuda que contraen algunos países, y la situación de la población en Siria o los atentados contra cristianos como el ocurrido recientemente en Nigeria, ignorados por la comunidad internacional, que se alzó sin embargo contra los atentados islamistas de la revista ‘Charlie Hebdo’ de París.

Rodríguez Maradiaga recordó en este punto que el Papa Francisco acudirá el próximo 25 de septiembre a la sede de las Naciones Unidas, cita de la que espera que “pueda darles una sacudidita”. “¿Quién define el criterio de lo políticamente correcto e incorrecto? ¿Serán los votos?”, protestó.

El arzobispo, que coordina el grupo de cardenales con los que el Papa gestiona el Vaticano, el denominado ‘G-9’, también abordó cuestiones propias de la Iglesia, como la renovación de la curia. Una vez más se insistió en que en la toma de decisiones “claro que cabe la mujer”, aunque que las féminas lleguen a ser cardenales “es otra cosa”. También evitó comparar la Iglesia con una empresa. “No hay carrerismo, no es como una gran empresa, que entro de conserje y acabo de directivo”, agregó.

Durante los dos años que lleva trabajando el ‘G-9’, recordó, se han cancelado 14.000 cuentas del denominado ‘Banco Vaticano’ (IOR), con el objetivo, según dijo de que los propietarios “lleven su dinerito al estado italiano, pues muchas veces se buscaba para no pagar impuestos, una equivocación y un mal”.

Esta medida responde, según el arzobispo hondureño a la búsqueda de una mayor transparencia desde la llegada de Francisco, lo que, según él, desmonta mitos: “Hay un mito de las grandes riquezas del Vaticano. El presupuesto de todo el Vaticano no le llega ni a los tobillos a la archidiócesis de Colonia. Cuando hay transparencia no hay corrupción”.

Sobre los escándalos de pederastia dijo que no siempre han sido bien tratado por los medios de comunicación, “muchas veces se ha exagerado”, protestó, y que Francisco siempre ha querido tratarlos desde su “alto sentido de la justicia”, más que como papa, como sacerdote y “padre”.