Arrimadas hizo estas declaraciones durante su participación en un encuentro informativo organizado en Barcelona por Nueva Economía Fórum, en el que estuvo presentada por la portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de la ciudad condal, Carina Mejías.

Una de las primeras medidas que propuso aplicar la lideresa del C’s, si gana las elecciones del 21-D y gobierna la Generalitat, es realizar una auditoría del gasto porque "desde fuera es imposible saber cuánto dinero se han gastado en el ‘procés’ y en cosas totalmente superfluas”.

En este sentido, puso como ejemplo los “cero euros” invertidos en guarderías mientras “le dan dinero al señor Romeva para que se vaya de viaje” cuando era consejero de Asuntos Exteriores de Cataluña.

Así pues, destacó la importancia de recuperar una red social de apoyo a las familias y de combatir la precariedad laboral, uno de los principales motivos al cual achaca el descenso de la natalidad y, por tanto, el envejecimiento de la población y el problema que consecuentemente habrá para el pago de las pensiones en el futuro.

PRIORIDAD A LO SOCIAL
En este sentido, Arrimadas defendió un pacto para la priorización de políticas sociales y económicas en Cataluña: “Puigdemont fue el president del procés; yo quiero ser la presidenta de las políticas sociales y del ‘seny català’”.

Para ello, propuso “poner en marcha un plan de choque urgente para que vuelvan las empresas que se han marchado, porque cuanto más tiempo pasen fuera de Cataluña más difícil será que vuelvan” y deseó que “Cataluña vuelva a ser una tierra atractiva para las empresas” gracias a la recuperación de la seguridad jurídica e implementado medidas que mejoren la competitividad fiscal.

Otra de las propuestas que lanzó Arrimadas fue la de “una reforma de la financiación para todas las comunidades, desde un punto de vista técnico y no de apaño político”. Defendió que Cataluña debe tener una mejor financiación autonómica pero que esta puede ser también buena para el resto de comunidades autónomas se si deja de tener “un sistema opaco” como hasta ahora.

En cuanto a infraestructuras, apostó por la necesidad de desarrollar el Corredor Mediterráneo para mejorar la competitividad de toda España: “Queremos una España que entienda que no todo tiene que ser radial”.

Para la candidata de Ciudadanos, “la reforma constitucional es necesaria pero no es una barita mágica” y defendió que “hay muchas reformas que se pueden realizar sin necesidad de reformar la Constitución”.

Además, alertó de que “los que quieren cargarse España no pueden ser los protagonistas de la reforma constitucional” porque “no hay nada que se pueda poner en una reforma de la Constitución que pueda contentar a Puigdemont y Junqueras”. Por lo tanto, abogó por “pensar en 47 millones de personas, no en solo dos”.

CULPAS COMPARTIDAS
Arrimadas criticó también que “es imposible encontrar alguna cosa buena que haya conseguido el ‘procés’ para Cataluña” pero responsabilizó también a los sucesivos gobiernos de España porque “no han afrontado el problema, sino que han mirado hacia otro lugar” y por tener “reformas encerradas en cajones”. “El Gobierno de España ha rehusado el debate para rebatir las mentiras que nos han llevado hasta aquí”, apostilló.

Una “gran mentira” que, según Arrimadas, “se convertirá en una frustración colectiva” y se burló de una parte del independentismo por “vivir en un Matrix”. Respecto a esto, se refirió al debate electoral que recientemente mantuvo con Marta Rovira en el que “dijo que vivimos en una república”. “Vivir en una realidad que no existe al final provoca que las empresas se vayan y que la gente se pelee con sus compañeros y vecinos”, remató.

La presentadora de la conferencia de Inés Arrimadas fue la portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona, Carina Mejías, quien glosó la trayectoria de su candidata a la Generalitat y de quien dijo que es “catalana por convicción” y que “está llamada a tener grandes responsabilidades en política”.