La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, fue la encargada de presentar al presidente Arias. Lo definió como un "estadista de prestigio internacional" que tiene la "paz" como "bandera y como método" de vivir.

 De la Vega señaló que el presidente de Costa Rica tiene las cualidades que se buscan en todo los cargos públicos: "honestidad, rigor, resolución, la entrega por las personas, la vocación de servicio público y una envidiable capacidad de soñar".

La "número dos" se refirió también a Arias como "una personalidad insigne de la historia contemporánea de América, de la mejor historia de América". El presidente de Costa Rica es "reconocido por su empeño por llevar a todo el mundo la palabra paz", remarcó la vicepresidenta.

Por último, De la Vega remarcó que les une su "preocupación y empeño" por los derechos sociales y la "atención constante" por los que menos tienen y más sufren. Por sus ideales Arias es, dijo, "referente del socialismo democrático".

LUCHA POR LA PAZ

En su discurso, el presidente Arias, galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1987, subrayó que "ha llegado el momento de que la comunidad financiera internacional aprenda a separar la paja del trigo, y reconozca con evidencia en mano, cuáles son los gastos que se traducen en un mejor nivel de vida para los seres humanos y cuáles no lo son".

El gasto militar de América Latina en 2007 ascendió, dijo, a 36.000 millones de dólares. Con ellos "se podrían cumplir todos los objetivos de desarrollo del milenio en materia de educación y medio ambiente en el mundo".

En este sentido, señaló que "no hay nada más perverso que gastar en algo tan absolutamente inútil" como las armas puesto que los niños no quieren tanques sino escuelas.

Arias resaltó que América del Sur es la región "más violenta", donde menor porcentaje de jóvenes estudiantes hay y la "culpable" de dos terceras partes de la pérdida de cubierta forestal mundial frente a una Costa Rica que lucha por la paz, el medio ambiente y la educación gratuita.

No obstante, negó que Costa Rica sea un "enclave de prodigios en medio de una región de problemas" e insistió en que ninguno de los logros por los que este país lucha "diariamente" servirá de mucho "si no aseguramos un mayor desarrollo" en toda la zona sur del continente americano.

Arias señaló que los "desafíos costarricenses están innegablemente ligados a los del resto de América Latina pero también lo están a los desafíos europeos, particularmente a los desafíos de España".

La pobreza no necesita pasaporte para viajar, y mientras las desigualdades entre nuestras regiones sigan siendo tan abismales, miles de inmigrantes ilegales continuarán llegando cada año a las costas europeas", recordó.

En los países iberoamericanos, agregó, "estamos condenados a ser los fenicios de la modernidad. En épocas de globalización, la disyuntiva que enfrentamos las naciones en vías de desarrollo es tan cruda como simple: si no somos capaces de exportar cada vez más bienes y servicios, acabaremos exportando cada vez más personas".

Además, el presidente lanzó un llamamiento para que todos los países se sumen a la "cruzada internacional" que mantiene "en contra del calentamiento global y la destrucción del medio ambiente".

EUROPA

Sobre el acuerdo de asociación que se está ultimando entre Centroamérica y la Unión Europea, Arias abogó por cerrarlo en 2009, para que sea firmado durante la presidencia europea de España en 2010. Su rúbrica supondrá "para Europa retomar el liderazgo perdido y ocupar la vacante al frente de la lucha por el desarrollo de América Latina".

Apuntó que si Europa "desea contribuir al desarrollo" de América Latina "antes debe asegurarse" de que esa "contribución" sea "en beneficio del desarrollo". "No podemos entrar a una nueva etapa de cooperación internacional cargando los lastres pasados", apostilló.

Sobre el futuro presidente de EEUU, Arias no quiso mostrar con quien simpatiza puesto que deberá "lidiar" con el que gane aunque dijo que espera que, si gana, Barack Obama cambie de opinión y se muestre favorable a los tratados de libre comercio con América del Sur.