Marzà protagonizó este lunes el desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum en el que quiso hablar “en positivo” centrándose en las líneas estratégicas de su departamento y apenas –avisó al inicio- dedicó dos minutos para hablar “del pasado” y de la hipoteca de la corrupción popular.

Ya entrado en materia, el consejero avanzó que el Plan Estratégico de Cultura Valenciana, que se presentará en pocas semanas, tendrá tres grandes objetivos. El primero será “construir una cultura valenciana que sea el motor industrial de recuperación y de innovación” y que sirva para construir una “industria cultural valenciana entre todos”. El segundo, que esta cultura valenciana esté al servicio de “la democratización del conocimiento” y que “satisfaga las necesidades de nuestro pueblo” porque, señaló Marzà, “la cultura tiene que llegar a todos; da igual dónde vivamos” y la “capacidad económica” que se tenga. Y, el tercero: una cultura para “reconstruir un imaginario colectivo” y que “rehaga la autoestima” como pueblo. “Tenemos un potencial grandísimo en el mundo cultural y lo tenemos que aprovechar para recuperar esa autoestima”, subrayó el consejero.

Durante su intervención, Marzà trazó las líneas de su proyecto educativo, que según dijo debe ser concebido a “largo plazo”, En su plan, subrayó, primarán tres ejes fundamentales: la “confianza, la “cooperación” y la “edusión”, vocablo este último que definió como la suma de la educación más la ilusión, algo que –dice- ha visto en muchos docentes y proyectos pedagógicos innovadores que ha podido conocer a lo largo de la Comunidad Valenciana en estos ocho primeros meses al frente de su consejería.

Entre las políticas de su departamento, Marzà puso en valor la implantación del plan público de escolarización de 0 a 2 años, del que hizo un balance “muy positivo” tras haberse creado “70 nuevos puestos de trabajo” e incrementado la oferta; el aumento de las becas de transporte y comedor o el plan de infraestructuras educativas, que según aseguró a partir de ahora se regirá por “criterios objetivos” y necesidades educativas sin atender a “qué partido gobierna en una localidad u otra”.

Marzà, que es maestro de profesión, anunció además que todo el profesorado interino a la espera de destino tendrá en breve “plaza definitiva”. “No habrá más personas en expectativas de destinos, acabaremos con la inestabilidad de las plantillas”, aseguró el consejero, para quien resolver esta situación es prioritaria pues repercute tanto en los procesos educativos de los centros como en la igualdad de oportunidades de los docentes.