“Los expositores vienen a nuestras ferias por dos motivos, marketing y relaciones públicas, y en época de crisis es donde se reducen las inversiones”, explicó.

Adelantó que este año habrá cien expositores menos y unos 8.500 metros cuadrados menos que los de junio del año pasado.  “Son cien expositores que habían pagado y que habían manifestado su inequívoca intención de estar en Ferroforma, y muchos de ellos se encuentran en situación de regulación de empleo”, declaró. “Para nosotros será un reto que esta gente pueda volver a Ferroforma 2011”.

Las previsiones de futuro apuntan a que “este año va a ser muy malo para el sector”, a pesar de contar con una industria fuerte. Corres se lamentó de la pérdida de centros de decisión locales, ya que “la globalización de la industria que nos rodea nos lleva a que las decisiones de contratación no se tomen cerca”.

Además, afirmó que la actividad del BEC es superior a la media de las ferias europeas de igual tamaño, “lo que no supone renunciar a aumentar esa actividad, ya que hay capacidad física para incrementarla”.

José Miguel Corres dijo que la crisis afectará a la cuenta de resultados del BEC y adelantó que la cifra de negocio para este año se situará alrededor de los 19 millones de euros, “cuando lo habitual es que esté sobre los 21”. Tras indicar que “afrontaremos esta cifra con una reducción de gastos importante”, agregó que “este año será un año complicado”.