Durante el citado encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum, Vela afirmó que “nosotros financiamos, no contratamos”, ya que esta labor corresponde a las universidades y a los organismos públicos de investigación.

Según declaró, unas y otros le habrían transmitido que estas modificaciones “no perjudicarán” las condiciones laborales de los nuevos contratados predoctorales, aunque admitió que el tema sí le preocupa y que lo estudia “con detalle”.

“No podemos permitir que ninguna modificación (si las hubiera) perjudique el modelo de contratación”, y puntualizó que ayer mismo se reunió con la Federación de Jóvenes Investigadores y con el grupo Ciencia con Futuro para abordar este asunto.

“Tenemos dos informes, uno del CSIC y otro de CRUE-Universidades españolas, que mantienen que los investigadores predoctorales no perderán derechos con este cambio”, dijo, ya que en cualquier caso, estos contratos están contemplados en el artículo 21 de la Ley de Ciencia.

“No son pues ni contratos de obra y servicio normales ni contratos en prácticas al uso”, sino contratos asociados a la ley de la Ciencia, y por tanto de cuatro años de duración y con el subsidio por desempleo y las cotizaciones a la Seguridad Social garantizadas.

Solo queda pendiente el tema de la tarjeta sanitaria europea, que ahora la Seguridad Social no concede por menos de dos años, admitió Vela.

Apuntó que la solución pasa por los certificados sanitarios que se deben renovar cada 90 días, pero estamos trabajando en ello y la Secretaría de Estado de Seguridad Social nos ha confirmado que, en cuanto demostremos que estos contratos son de cuatro años, los investigadores podrán volver a disponer de esta tarjeta con normalidad.

Por tanto, Vela quiso transmitir tranquilidad a los jóvenes investigadores. “Quiero que sepan que aquí (en la Secretaría de Estado) siempre tendrán las puertas abiertas”, y les invitó “a consultarnos cualquier duda que puedan tener porque el ruido mediático muchas veces no contribuye a solucionar las cosas y crea más intranquilidad”.