"Con la nueva ordenación de las enseñanzas, cada universidad decidirá qué títulos impartirá y con qué contenidos", explicó. "Ello les permitirá ofrecer una mayor empleabilidad a los titulados y responder más ágilmente a los cambios en los diferentes ámbitos del saber, adaptando su oferta a las necesidades de su entorno".

La ministra afirmó que la "ambiciosa" reforma legislativa puesta en marcha por el Gobierno permitirá que "las universidades españolas sean como nuestra sociedad: abiertas, flexibles, atentas a los cambios tecnológicos y a la evolución del mundo".

En su opinión, "no basta con que las universidades investiguen, si no son capaces de conseguir que los resultados de la investigación repercutan de modo efectivo en la sociedad, y por eso la transferencia del conocimiento es uno de los objetivos fundamentales de la actividad universitaria en nuestra reforma".

Por ello, declaró que "la sociedad tiene que participar en el debate sobre el diseño del modelo de universidad y opinar sobre la financiación de ese modelo".

Por su parte, "las universidades deben hacer un esfuerzo mayor por abrirse a la sociedad, por conocer sus intereses y necesidades, y explorar las vías adecuadas para seguir aportando valor añadido a una sociedad que ahora es mucho más plural y compleja".

"Queremos asentar el desarrollo de nuestro país sobre una economía basada en el conocimiento, y en este ámbito las universidades tienen que ejercer un liderazgo claro", indicó.

En este sentido, Cabrera destacó el "esfuerzo especial" que está haciendo el MEC "para buscar la mayor transferencia de conocimiento de la universidad a la empresa, el aumento de la presencia de investigadores en el mundo empresarial y la creciente participación de la empresa y de la iniciativa privada en la I+D+I". En este sentido, recordó que el porcentaje de la inversión privada en este sector ha aumentado en los últimos años.

"Se puede percibir un cierto desencuentro entre Universidad y empresa, que se da más cuando hablamos en términos generales que cuando buscamos casos concretos", indicó la ministra. "En cualquier caso, las reformas puestas en marcha van en la línea de evitar este desencuentro".

"La nueva ordenación de las titulaciones establece la posibilidad de que empresas y profesionales asesoren a las universidades en el diseño de sus planes de estudio. Las universidades deben aprovechar esta oportunidad para reforzar sus lazos con el tejido productivo y adecuar la formación de los estudiantes a las exigencias del mercado laboral, pero las empresas tienen una oportunidad para contribuir a la adecuada formación de los titulados, apostando por mantener una colaboración fluida con las universidades", aseguró