La Cumbre Iberoamericana tiene que fortalecer el proceso de paz en Colombia

Rebeca Grynspan en el Fórum Europa

La Cumbre Iberoamericana tiene que fortalecer el proceso de paz en Colombia

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MADRID, 11 de octubre. La secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, destacó este martes en el Fórum Europa que la XXV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno es el marco perfecto para que la comunidad iberoamericana muestre un apoyo sin fisuras a los acuerdos de paz en Colombia.

Durante su intervención en el citado encuentro informativo, organizado por Nueva Economía Fórum, Grynspan subrayó que existe la posibilidad de que la guerra entre el Gobierno colombiano y las FARC culmine en un acuerdo de paz que ponga fin al conflicto más largo que queda pendiente en la región y proporcione “certezas” y “certidumbres” a los colombianos.
 
Esto le sirvió para dejar claro que quienes votaron por el ‘no’ en el referéndum en Colombia no rechazan la paz sino “determinados aspectos” de los acuerdos suscritos entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC.
 
Grynspan explicó que tras el triunfo del ‘no’ en dicho plebiscito se ha abierto un periodo de negociación entre los distintos actores políticos colombianos para que haya una “paz estable” en el país.
 
Llamó la atención sobre la posibilidad de que este proceso llegue a buen término aseverando que el alto el fuego se ha mantenido y en la prudencia que mantienen ambas partes. “Llegó el momento de la política. Ahora hay que abrir el espacio y el diálogo para no perder la oportunidad que ha surgido en Colombia, porque nunca el país ha estado tan cerca del acuerdo como ahora”, comentó.
 
A ello añadió que la concesión del Premio Nobel de la Paz a Santos ha abierto una “espacio importante” para los acuerdos de paz.
 
Grysnpan reconoció que la cumbre iberoamericana que se celebrará en Cartagena de Indias (Colombia) los días 28 y 29 de octubre viene “muy marcada” por la realidad colombiana, lo que debe permitir a los participantes en este cónclave mostrar un apoyo sin fisuras a la consecución de la paz en el país cafetero.
 
En ese sentido, confesó que creyó que la cumbre se celebraría tras el triunfo del ‘sí’ en el referéndum y que sería “la cumbre de la paz pero será la cumbre por la paz”.
 
Por último, llamó la atención sobre la necesidad de dejar atrás la década de 1970 y 1980 cuando Iberoamérica era una región trufada de regímenes totalitarios y utilizar la cumbre para apoyar al Gobierno y al pueblo colombiano para fortalecer el proceso de paz.