“La comida basura existe porque existe el cliente basura. Si el consumidor exige, el fabricante reacciona”

Tribuna Catalunya con la chef Carme Ruscalleda

“La comida basura existe porque existe el cliente basura. Si el consumidor exige, el fabricante reacciona”

Bajo el mecenazgo de Assistència Sanitària

BARCELONA, 4 de junio. La chef Carme Ruscalleda afirmó hoy en el ‘Fórum Europa. Tribuna Catalunya' que “la comida basura existe porque existe el cliente basura”, porque “si el cosumidor exige, el fabricante reacciona”. “El cliente que compra comida cocinada, compra tiempo”, pero eso no está reñido con la calidad de los productos y de su elaboración, aseguró.

Durante su participación el citado encuentro informativo, organizado en Barcelona por Nueva Economía Fórum, Ruscalleda explicó que sus inicios empresariales consistieron en remodernizar la rústica tienda de comestibles familiar en un delicatessen con éxito comarcal. “Observar las necesidades de tu cliente es lo que guía tu negocio, y ofrecer un producto diferente”, manifestó.
 
Sin embargo, lamentó que “ahora hace falta que los nutricionistas nos enseñen la pirámide de los alimentos” o que “en las escuelas expliquen que el melocotón tiene piel y hueso y que no sale de un brick”. “La sociedad está mejor alimentada que nunca, pero hemos perdido el norte”, elaboró.
 
Así pues, criticó que alguien pueda decir que no tiene tiempo de cocinar cuando encuentra tiempo para ver la serie de culto, ir al teatro o al gimnasio. Y más aún “cuando las cocinas de hoy están tan bien equipadas y robotizadas y tenemos más conocimientos”.
 
Por ello, abogó por practicar con el ejemplo, no solo a la hora de cocinar, sino a la hora de comer. “Hay que comer verdura si queremos que los niños también la coman”, puso como ejemplo.
 
COCINA SANA Y DE CALIDAD
 
La chef, que basa su gastronomía en la cocina tradicional, afirmó que “somos herederos de una tradición culanaria sana, sabia y gourmet; la cocina mediterránea es comida buena, producto de calidad y fresco, igual que la cocina peruana o la japonesa”.
 
Precisamente la japonesa es una cocina de la que se impregna la filosofía de Ruscalleda, quien tiene una réplica de su restaurante en Tokio. Durante la conferencia, la chef explicó que hicieron falta hasta tres reuniones con el inversor nipón y un viaje a Tokio para convencerse de abrir sucursal allí.
 
“Sabía que si pisábamos Tokio nos seduciría, porque hay buen producto local”, comentó. En cambio, “los productos españoles que había eran de una calidad lastimosa”. “Tenemos que salir de casa con lo mejor, para abrir la puerta a los que vendrán”, afirmó Ruscalleda; una máxima que, dijo, debe aplicarse a todos los ámbitos, especialmene al empresarial.
 
La ponencia de la chef fue presentada por la filóloga Anna Alberni, que es la comisaria de la exposición ‘Carme Ruscalleda. L’essència del gust’, que hasta finales de septiembre acoge el Palau Robert de Barcelona, y quien destacó de la chef haberse “hecho un hueco en un espacio donde el cocinero se convierte en autor y empresario eminentemente masculino”.
 
Para Ruscalleda “cuesta que una mujer tenga todo el apoyo de su pareja para dedicarse a su profesión; a los hombres nadie les señala por perderse los primeros pasos de sus hijos o no los llevan cada día al colegio”.
 
“Por eso digo que me casé con el socio perfecto. Quizás sí he vivido en una burbuja llena de complicidades de aquellos que me rodean”, finalizó.