En su opinión, uno de los obstáculos para hacer una verdadera política social es la falta de financiación. Por ello, el líder de IU abogó por incrementar la presión fiscal, pero de una manera proporcional y progresiva.

Aseguró que España tiene 6 puntos menos de presión fiscal efectiva que la media de los países de la UE y afirmó que la supresión de los impuestos de Sucesiones y Patrimonio nos retrotraen al siglo XIX.

Llamazares se mostró dispuesto a "introducir elementos de progresividad" en estos impuestos y se comprometió a poner en marcha un plan de lucha contra el fraude a través del cual podrían aumentarse los ingresos de la Hacienda Pública en 5 puntos del PIB.

Explicitó también su compromiso de implantar un Código Ético para los cargos, que les obligue a usar los servicios públicos, para que no ocurra, manifestó, lo que pasó "con el ?caso Lamela?, que combaten la aplicación de tratamientos paliativos en la sanidad pública y ellos los disfrutan en la privada".

Se refirió también a la regulación del aborto, y dijo que una democracia de calidad "tiene que aspirar a que las normas vayan al mismo paso que la realidad social, y en este momento la norma sobre el aborto está por detrás de la realidad social".

Así, abogó por superar la actual "norma hipócrita" que "deja fuera de las garantías a la inmensa mayoría de las mujeres y deja en la incertidumbre a los profesionales".

Tanto la normativa sobre aborto como la regulación de los tratamientos paliativos, la eutanasia y las últimas voluntades deben ser aspectos que entren en la negociación postelectoral con el PSOE, indicó.