En este sentido, manifestó que sería un "sinsentido" ocuparse "sólo de la gestión de la cosa pública sin querer reconocer que esto está pasando. Hemos aprendido a vivir en un mundo hostil en el que la diferencia de opinión puede limitar tu libertad".

El presidente de la Cámara Alta hizo estas reflexiones durante una conferencia que tituló "Atrévete por el cambio" y en la que criticó que en Euskadi "todavía existen niños y jóvenes a quienes se les educa en el odio sistemático y se les enseña a odiar ideas, como paso previo a la conversión del adversario en enemigo". Frente a ello, reivindicó el papel de "la dignidad y la decencia" como pilares básicos sobre los que levantar la convivencia.

Asimismo, criticó la actitud de Gobierno vasco y del nacionalismo, que "ha sumergido a la sociedad en un debate circular que trata de reabrir debates que ya creíamos superados, ya que pone permanentemente en cuestión el marco político y económico, generando inestabilidad y desconfianza en una sociedad que necesita justamente lo contrario".

Según el presidente del Senado, "algunos tratan de mantener el debate de la articulación del Estado para perpetuarse en el poder". Igualmente, declaró que hay políticos incapaces de enfrentarse a la oportunidad de impulsar la convivencia.

Por otro lado, reiteró su apoyo a Patxi López como candidato a lehendakari y apostó por el proyecto socialista como alternativa al nacionalismo del PNV, un proyecto que representa "un aldabonazo a la resignación y el dogmatismo".

Al partido PP le pidió "respeto" y reclamó que "nuestras propuestas no se confundan y se diluyan en un frente antinacionalista que retroalimente el victimismo de aquellos que son incapaces de presentar un proyecto para esta comunidad sin la invención de un enemigo exterior o incluso interior".