El líder nacionalista condiciona la consulta al pueblo vasco a la negociación de "un acuerdo superior"
El líder nacionalista condiciona la consulta al pueblo vasco a la negociación de "un acuerdo superior"
Reitera que la clave estará en cómo se articulan los elementos de la soberanía compartida entre España y el País Vasco
Imaz avisó de que utilizarán todos los elementos de "presión política", entre ellos la consulta popular, en caso de que se cerrasen todas las puertas al Plan Ibarretxe. Aunque admite que esta consulta no tendría "validez jurídica", señala que sí sería "una herramienta política para abrir un escenario de negociación"
No obstante, recalcó que su deseo es que la solución sea acordada, que finalmente no se convoque la consulta y que este acuerdo sea "refrendado por los ciudadanos" para otorgarle "validez jurídica"."En una sociedad democrática --explicó-- la expresión de los ciudadanos es fundamentalmente una herramienta política que debiera servir, en este caso, para abrir un escenario de negociación. Pero en este caso nuestro deseo objetivo, y estoy convencido de que podemos llegar a hacerlo es que busquemos una solución acordada que sea refrendada por los ciudadanos y de validez jurídica al acuerdo".
Imaz, se mostró convencido de que un apoyo "importante" a la coalición PNV-EA el próximo 17 de abril sería "la mejor llave" de la sociedad vasca para favorecer "un espacio de negociación a partir del 18 de abril". "Nos vamos a tener que sentar en una mesa vamos a tener que negociar, pero fundamentalmente la fortaleza que tengamos de cara a abordar esa negociación va a depender también en una medida importante de la fortaleza electoral que tengamos", remachó.
Imaz entiende que la clave estará en la negociación sobre la soberanía compartida y por ello argumenta que se deben buscar elementos "para superar este conflicto de choque de soberanías, la solución, el acuerdo y la clave estará en como articulamos los elementos de la soberanía compartida".
Según el presidente del PNV, la Constitución tiene suficientes elementos "a través de su desarrollo o su modificación para dar solución jurídica a este problema político, pero primero tenemos que ser capaces de encontrar una solución política porque después ya encontraremos los mecanismos jurídicos para poder abordarla".
Aclaró que su propuesta "no es una propuesta para irnos, es para quedarnos, no es una propuesta para romper, no es una propuesta para la independencia, sino por la interdependencia. Es una propuesta para ver la reformulación del poder político entre la comunidad de Euskadi y el Estado, pero dentro de ese "Estado español". Aseguró en este sentido que el 17 de abril no "botará" al grito de independencia. "Rotundamente no, vivimos tiempos de interdependencia", aclaró.
Recordó que ya cuentan con el Plan Ibarretxe y que si existen "posibilidades serias de alcanzar una propuesta con más votos de los que ha obtenido esta en el parlamento vasco, nos lanzaremos a una vía de negociación para alcanzar un acuerdo superior y, si no fuera así, tenemos ya una propuesta con la mayoría absoluta de la cámara y trataríamos de abrir un proceso negociador con las Cortes Generales y el valor añadido de una amplio refrendo de la sociedad vasca que aspiro a que nos sea concedido el 17 de abril".
"SORPRESA" EN LA VOTACIÓN DEL PLAN
Imaz aseguró que él y la Ejecutiva de su partido desconocían que Batasuna votaría a favor del Plan Ibarretxe. "Fue una sorpresa total", recalcó y consideró que, en su opinión, la mayoría de la dirección de Batasuna tampoco lo sabía. Admitió que tras la sorpresa, sintió satisfacción y después la responsabilidad para gestionar adecuadamente esa votación".
A los que les acusan de desear que Batasuna no se presente a las elecciones, aunque pidan al Gobierno que reforme la Ley de Partidos para que puedan hacerlo, les retó a que la legalicen. Argumentó que la grandeza de la democracia "es que es capaz de dar cauce y participación a los adversarios más acérrimos del sistema democrático" y arguyó una razón táctica: "cuando se cierran las posiciones institucionales a una formación, fundamentalmente se están reforzando las posiciones más duras, intransigentes y antisistema dentro de esta formación".
"Nosotros --continuó-- queremos que ETA abandone la amenaza, la extorsión y que Batasuna se incorpore a las vías políticas y democráticas. En este punto se preguntó ¿qué hubiera pasado si se hubiera ilegalizado el Sinn Fein".
En cuanto a la amenaza del diputado general de Alava de que se separarían si prospera la propuesta de Ibarretxe, aseguró que esa situación "no se puede producir. Hemos dicho que el Plan necesitaría a la mayoría en los territorios vascos. Si no la hay, no seguiría adelante".
En este sentido, calificó de "manipulación" la interpretación que se ha dado a la expresión "acabar a tortas" del lehendakari. "Ha sido una manipulación de una expresión muy coloquial para referirse a la necesidad de abordar un proceso acordado y negociado".
ACERCAMIENTO DE PRESOS
Respecto al acercamiento de los presos de ETA a cárceles del País Vasco, Imaz cree que esta cuestión debe estar por encima del diálogo y la negociación porque "la grandeza de la democracia es que todos los ciudadanos sean sujetos de derecho". Argumentó además que el que ha cometido el delito es el preso, pero no sus familias "que no han cometido ningún delito y no deben ser penados".
Sostuvo además que ETA lleva años utilizando a los presos para cerrar una "burbuja" en torno a las familias y agregó que el acercamiento de los reclusos serviría para romper esa burbuja Por último, pidió que no se utilice a los empresarios vascos en el debate partidario diciendo que la mayoría de ellos están en contra del Plan Ibarretxe. Elogió su actividad porque se han tenido que enfrentar a la amenaza, la extorsión y el chantaje. "Los empresarios quieren una solución, que negociemos y acordemos en un marco de estabilidad", concluyó.