En un encuentro organizado por Nueva Economía Fórum en Bilbao, Garmendia afirmó que uno de los compromisos del Gobierno de España es conseguir "una Euskadi en paz, diversa, cohesionada y de progreso", ya que la pluralidad es un "principio fundamental" que articula la democracia española.

Los vascos por sí solos "no podemos afrontar los inmensos retos en un mundo tan complejo como el que vivimos", por lo que necesitan a España para "unir fuerzas, compartir políticas y valores democráticos" para "combatir los populismos y el racismo identitario".

Las "realidades fragmentadas" llevan a la deslegitimación de "instituciones públicas, la democracia y la desconfianza ciudadana en la política". Añadió que "unidos hacemos más, valemos más, somos más fuertes y competitivos".

Los vascos y el resto de españoles han compartido "siglos de historia" y proyectos en común, por lo que la España actual es el resultado de "un trabajo conjunto a través de los tiempos que ha logrado que hoy nuestro país esté a la cabeza de las naciones más avanzadas" en el contexto internacional.

Si Euskadi se "aísla y separa", no tiene "ningún futuro ni en la mejor de las quimeras nacionalistas". Por eso, argumentó que es tan importante la implicación del Gobierno de España, su participación y colaboración "en el presente y el futuro de la sociedad vasca".

En un mundo en continuo cambio, comentó que "los colosos nos empujan a los minúsculos necesariamente a la suma de fuerzas, no a la resta ni a la división".

Sobre el entramado institucional, empresarial, social, cultural y ciudadano de Euskadi, resaltó que "el Gobierno español respeta al autogobierno vasco" y adujo que lo demuestra "con el diálogo y la colaboración estrecha con el Gobierno Vasco que se materializa en los acuerdos sobre el traspaso de competencias que se están realizando y negociando".