Con la colaboración de The Wall Street Journal y el patrocinio de Assistència Sanitària Col-legial, Fundación ACS y Abertis

Como contrapunto, el líder de CiU se refirió a la debilidad de la coalición PSC-ICV-ERC, cuyos componentes se han dedicado, afirmó, "a repartirse las coutas de poder, en vez de gobernar con eficacia". Prueba de esta inestabilidad es, en su opinión, la convocatoria de elecciones anticipadas y el convulso período legislativo que queda atrás.
Artur Mas vaticinó que si se reedita el tripartito, "lo hará enfermo desde el inicio, porque las encuestas vaticinan que ERC y ICV van a subir, mientras que el PSC va a bajar", lo que condicionará al líder socialista, José Montilla.
RETOS FUTUROS
Por otro lado, destacó los retos que tiene por delante CiU si gobierna y los resumió en "negociar con fuerza en Madrid las partidas presupuestarias acordadas, acometer una profunda reforma de la sanidad, establecer una política de inmigración integradora y mejorar la formación técnica y la educación".
Manifestó que para afrontar estos retos se necesita un ejecutivo "que gobierne y que no se dedique a hacer campañas de imagen", en alusión a la política del tripartito durante la legislatura que termina, que calificó de "política escaparate".
El candidato a la Presidencia de la Generalitat reconoció que su discurso y las maneras de defenderlo generan polémica. "Mi mensaje es directo, provocador quizá, pero claro", dijo. "Ese es el discurso que requiere la ciudadanía. Asumir el liderazgo en política es algo más que calentar una silla".