"Lo que sí que he defendido y voy a defender es el derecho de los ciudadanos a una muerte digna", puess "uno nace de una forma, pero puede morir de muchas", continuó el titular de Sanidad.

Sólo cuando al paciente se le explica lo que puede ocurrir aplicando cualquiera de estas fórmulas y hay garantías de que lo entiende, es posible dejarle morir dignamente, aseguró.

Por otra parte, el ministro se refirió al suicidio y al suicidio asistido, dos formas de muerte que, subrayó, competen más al departamento de Justicia que al de Sanidad

Por último, Soria indicó que, si hubiera casos no incluidos dentro del suicidio ni de la muerte digna mediante cuidados paliativos, o en la renuncia a la asistencia terapéutica, sería bueno "que el Comité de Bioética de España" se hiciese cargo de ellos y remitiera informes al Gobierno, porque no es posible "prever toda la casuística que el avance en la investigación médica va a poner" a disposición de los ciudadanos.

Pero "por encima de todo", finalizó el ministro de Sanidad, está "el respeto a la autonomía del paciente y su derecho a "morir dignamente".