Durante su participación en el 'FÓRUM EUROPA. Tribuna Euskadi', organizado en Bilbao por Nueva Economía Fórum, Matellanes afirmó que "es deseable que las medias de edad desciendan y que nuevo público se incorpore a las temporadas de ópera, pero con naturalidad".

“Hay que subir el nivel del público para acercarlo a la ópera y esto se consigue a largo plazo mediante la formación”, no bajando el nivel de las representaciones, manifestó.

“Hay que partir sin complejos de que la ópera es un espectáculo elitista, como es la gran literatura, y a partir de ahí la sociedad está en su derecho de acceder a ella, pero debe prepararse”, añadió. “La formación es el camino más adecuado y el esfuerzo se verá recompensado con creces”.

En este sentido, el presidente de la ABAO reconoció que hay que eliminar “barreras de acceso”, como la escasez de entradas y los precios elevados, y, sobre todo, “desarrollar actividades de puertas abiertas que sean un complemento a ese proceso de formación”.

Juan Carlos Matellanes apostó por la variedad en el programa operístico de la temporada y por el equilibrio entre tradición y modernidad, aplicándolo tanto a los títulos elegidos como a los intérpretes.

Para el presidente de la ABAO, el mayor atractivo para el espectador actual de ópera viene de su carácter integrador de varias artes, del efecto fascinante de la voz humana. En su opinión, la ópera tiene que ser “transparente e imaginativa” y en ningún caso debe ser “farragosa y confusa”.

NUEVOS SOPORTES

“Hay que trabajar para que las personas vayan al teatro a ver la ópera en directo y no a un cine a ver una retransmisión”, comentó. “La relación directa entre el cantante y el público es irreemplazable, la tecnología es importante pero se trata de un medio y no un fin en sí mismo”.

Matellanes admitió que la televisión puede ser un medio muy eficiente para retransmitir la ópera, “eso sí, con retransmisiones en directo y a un horario normal”, pero “siempre son más efectivas las políticas que permitan a las personas acceder a un teatro, bajando el precio de las entradas y realizando más funciones, porque ver ópera en directo es el mejor espectáculo”.

Para el director de la ABAO, “es necesario el respeto a la tradición”. Si bien admitió que las nuevas tecnologías y soportes audiovisuales, como el cine, “son muy valiosos para una difusión mayor del espectáculo operístico”, agregó que “nada es comparable al espectáculo en vivo”.

Juan Carlos Matellanes definió a la ópera como el “mayor espectáculo del mundo”, porque “es un género que une corazón y cabeza, pasión y lógica”.