"El pueblo gallego no es esclavo de su identidad, sino dueño de ella"
"El pueblo gallego no es esclavo de su identidad, sino dueño de ella"
Durante su conferencia, manifestó que “si Galicia deja de ser la tierra del minifundio para convertirse en sede de dos de las principales multinacionales se debe a su capacidad de sumar esfuerzos y de romper fronteras”.
Además, el presidente de la Xunta apostó por una Galicia “global y cooperativa” y dijo que una de sus metas es conseguir que “lo normal entre mis paisanos no sea el localismo, sino la cooperación”.
Para ello, prometió aunar voluntades de diferentes sectores y administraciones, en “pos de objetivos compartidos”.
Lo normal y lo mayoritario en la sociedad gallega, aseguró, es un sentimiento de “pertenencia a la España común y de pertenencia a la Galicia nuestra”, lo cual implica una política que “busca implicar a la comunidad autónoma en las cuestiones de Estado”.
Sobre las “desavenencias” con la Administración central a propósito de la financiación autonómica, Feijóo dijo que “no se basan nunca en la invocación de privilegios desde Galicia, sino en la defensa de la equidad”.
“Reclamamos lo nuestro en nombre de los gallegos y también en la defensa de la idea de una España solidaria plasmada en la Constitución, lo que no siempre se lleva a la acción de gobierno”, indicó.
CRISIS
Por otro lado, el dirigente popular gallego aludió al “realismo gallego”, que “no se engaña a sí mismo con fantasías”. Por ello, insistió en no ocultar la dimensión de la crisis e instó a tomar ejemplo en “la reducción de gastos superfluos, como se produce en todos los hogares”.
Feijóo aseguró que “tenemos una administración más austera, más ligera, y una política presupuestaria que cumplió en 2009 los principios de estabilidad presupuestaria”.
El presidente gallego dijo que ha recortado el número de puestos de altos cargos al 50%, y se refirió también a la reducción de un 30% en el número de asesores, además de reducir un 25% de los departamentos de su gobierno.
Además, recordó que se han reducido un 3% los sueldos del Gobierno e indicó que sólo el ahorro en nóminas supone un ahorro de 40 millones de euros. Aunque reconoció que “no es mucho”, sí transmite un mensaje de confianza y de comportamiento ético frente a la crisis.