La consejera andaluza de Educación asegura que el "Roland Garros" de los estudiantes es “terminar” su formación
La consejera andaluza de Educación asegura que el "Roland Garros" de los estudiantes es “terminar” su formación

Así lo dijo durante este encuentro organizado por Nueva Economía Fórum en Sevilla, donde defendió que la educación es un esfuerzo colectivo de administraciones, familias, profesionales y alumnos.
“Carlos Alcaraz tiene 22 años”, subrayó en referencia al reciente campeón español del tenis en París, pero pidió ver “qué hay detrás de eso”. “Hay muchísimas horas de esfuerzo, de entrenamiento, de tecnificación, de sacrificio. Nuestro Roland Garros es terminar nuestros estudios, alcanzar una capacitación. Tenemos que hacer ver a nuestros niños y jóvenes que el conocimiento no se alcanza sin esfuerzo, porque podemos tener talento, pero, como decía Jabier Imbroda, ‘el talento sin esfuerzo es solo diversión’ y es verdad”.
“Tenemos que trabajar en la educación entendiéndola como una responsabilidad compartida de la sociedad en su conjunto. Es la inversión más rentable, justa y poderosa que existe”, continuó, en un llamamiento a “prestigiar la educación”.
En relación con los datos que sitúan la violencia hacia el profesorado en el centro de los problemas en las aulas andaluzas, la consejera quiso quitar peso a las cifras y dijo que “muchas veces cuando hacemos encuestas tenemos la tendencia a generalizar”. Eso sí, Castillo Mena puso el foco en que desde las aulas “enseñamos, pero no se puede dejar en manos del profesorado toda la educación en valores”.
“Lo primero es la familia, los adultos podemos debatir y no estar de acuerdo”, argumentó, pero esa falta de entendimiento no puede trasladarse a los alumnos. “Si hay conflictos hay que plantearlos, hablar con la dirección, los jefes de estudios (…), pero en ningún caso podemos dirigirnos al profesor de manera violenta porque es un ejemplo malo para los niños”.
La consejera andaluza afirmó que los profesores se encuentran con casos de padres de niños de 4 años que elevan quejas de forma extemporánea y solicitó a las familias que hablen de educación, que “se involucren”. “Tenemos que ver lo que hacen nuestros profesores, qué proyectos educativos maravillosos hacen y poner en valor el trabajo del profesorado”, pidió.
Para la consejera, “los profesores tienen que recuperar el papel central” que, en su opinión, es “formar a ciudadanos para tener respuestas y hacerse preguntas” con “espíritu crítico”, en línea a lo que pide la Ley de Autoridad Docente aprobada en Andalucía y dotando a los profesores de formación continua para adaptarse a los nuevos tiempos, dándoles herramientas, por ejemplo, en competencias digitales y atención a la diversidad. “Tenemos una educación fantástica que no vemos, porque muchas veces sólo vemos los problemas”, lamentó.
Precisamente, respecto a la tecnología, la consejera se mostró partidaria de permitir los dispositivos móviles en el ámbito educativo, aunque precisó que “la tecnología por sí sola no educa”. “No hay que prohibir los dispositivos móviles en los centros educativos, ninguno hacemos la declaración de la renta con papel y lápiz”, continuó, reclamando formar en competencias digitales con “pensamiento crítico y ético” para enseñar a los niños “a pensar y moverse en el siglo XXI con seguridad”.