“Ya me gustaría” ese ambiente en Cataluña en el Gobierno de Pere Aragonés, llegó a decir Illa en su intervención en el acto organizado por Nueva Economía Fórum, en el que denunció que “hay mucho ruido a veces interesado”, cuando se le preguntó por las diferencias en el Ejecutivo central tras las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre la carne.
 
Illa defendió que el Gobierno central ha apoyado al sector primario y es capaz de cerrar un “magnífico acuerdo” como el alcanzado en el ámbito de la reforma laboral. A su juicio, es porque la coalición es capaz de “entender la necesidad de acordar” y de llegar a pactos. Ello le llevó a hacer un “llamamiento a todas las formaciones políticas”, especialmente a las “que han tenido responsabilidades de Gobierno, “a que respeten el acuerdo al que han llegado los agentes sociales y lo convaliden” en su trámite parlamentario.
 
Frente a las diferencias, Illa destacó que “lo que son buenos son los acuerdos” y, en este capítulo, también puso en valor la gestión de la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño, que fue quién lo presentó.
 
Dijo que Calviño ejerce la “la política del rigor sin sobreactuación” y se sintió “identificado” con ella, y reclamó que “no nos desorientemos por el ruido que muchas veces hay” porque, al final, los que pescan son los “populismos y negacionismos”, y apostó por dejar la lado la política “del regate corto y ventajista”. Aunque pueda parecer “más aburrida” es más “efectiva”, sentenció.
 
Así las cosas, afirmó que algunos “intentarán aprovechar” este ruido pero defendió que, por lo que conoce a Sánchez, el presidente “no se va a distraer de su tarea y horizonte”. Aprovechó entonces para lanzar un mensaje en clave de elecciones a “quienes están nerviosos a mitad del partidos, que sepan que les queda otra mitad”.