Así lo indicó en este encuentro organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum, en el que remarcó que el Episcopado es conocedor de “la polarización ideológica y la crispación social”, aunque subrayó que “la Iglesia no entra en las cosas políticas”, siguiendo el magisterio de los papas.

“Lo que intentamos es dar los principios morales que pueden ayudar” desde una perspectiva de la doctrina social de la Iglesia y “alentar un diálogo social entre todas las instituciones, que cultive la escucha y evite posiciones inflexibles y excluyentes”. “Los acuerdos deben respetar la dignidad de la persona, el bien común y los principios de subsidiariedad y de solidaridad”, en el marco de la Constitución.

El prelado actualizó así las palabras que pronunció en el discurso de apertura en la reciente Asamblea Plenaria del Episcopado, donde hizo una llamada al bien común. “Está dicho ya todo”, prosiguió, aunque matizó que llegar a acuerdos “significa que uno pierde y otro gana, siempre dentro del marco jurídico que nos hemos dado”.