Wert hizo estas declaraciones durante la entrega del Premio Nueva Economía Fórum 2014 a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en la persona de su secretario general, el mexicano Ángel Gurría, por “haber propiciado la apertura de España al exterior y la modernización de sus políticas económicas y sociales durante más de medio siglo”, así como por ser una “organización de referencia” en la lucha contra los paraísos fiscales, la promoción de la calidad de la educación y la efectividad en la cooperación al desarrollo.

El ministro pronunció junto a la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, la laudatio del premiado, sobre la que bromeó que era “por fascículos” por contar con dos titulares del Gobierno de España para ensalzar las virtudes del galardonado al frente de la OCDE.

PARO JUVENIL Y ABANDONO EDUCATIVO
Wert afirmó en su intervención que “una sociedad como la nuestra no puede permitirse un desempleo juvenil como el que tenemos ni un abandono educativo prematuro, que, pese a la mejora reciente, aún supera al 20%”.

El ministro del ramo definió la educación “como la nueva riqueza de las naciones, el instrumento que transforma el talento natural con el que todo niño viene al mundo al conseguir que se convierta en talento formado y adquiera todo su potencial”, y destacó que “se ha convertido en la base de la productividad”.

Wert dijo coincidir con el distinguido con el Premio Nueva Economía Fórum 2014 al considerar que la educación es “la herramienta más poderosa de inclusión social” y al destacar el planteamiento de Ángel Gurría de que, a la vista de la reciente crisis económica, es necesario “pasar del ladrillo a la neurona”.

Asimismo, abogó por salir de la crisis “con las bases de un crecimiento inclusivo y sostenido” y explicó que para ello está trabajando junto a la OCDE en el reto de afrontar la mejora de las competencias de los estudiantes.

Sobre Gurría alabó que “pocos han hecho tanto como él para que el desarrollo y la cohesión marchen juntos” y le definió como una “rara avis” capaz de hablar claro de los asuntos más complejos y de comprometerse con la educación desde una organización centrada en su origen en el desarrollo económico de las naciones.

Tanto es así que Wert aseveró que se podría emplear el acrónimo de la OCDE para que no sólo sea la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, sino para que lo sea también del “desarrollo educativo”.