Solana duda de que sea posible cerrar el acuerdo con Mercosur antes de la Cumbre UE-América Latina de 2006
Solana duda de que sea posible cerrar el acuerdo con Mercosur antes de la Cumbre UE-América Latina de 2006
Manifestó la necesidad de apoyar el sector primario de las economías en vías de desarrollo
Además, el responsable de la política exterior de la UE consideró que, en cierto modo, "la pelota está más bien ahora mismo en el campo Mercosur". "Creo que podemos avanzar, yo no soy pesimista, aunque tampoco quiero lanzar las campanas al vuelo", dijo. No obstante, dejó claro que, en su opinión, no es un "problema añadido" que los miembros de Mercosur, en especial Brasil, estén reivindicando paralelamente la liberalización del comercio agrícola mundial en el "campo Doha", es decir, en el marco de la ronda de la Organización Mundial del Comercio (OMC) de negociaciones para la liberación comercial.
Es más, Solana aseguró que "el deseo de la mayoría de los miembros de la UE" es poder alcanzar con Mercosur un acuerdo "sólido, serio" y que sea no sólo un acuerdo rápido sino también "un acuerdo dinamizador para Doha". El Acuerdo de Asociación que negocian la UE y Mercosur --y que querían haber culminado para octubre de 2004-- supone no sólo ventajas comerciales, sino también una relación política reforzada.
Sin embargo, los aranceles a los productos agrícolas y los subsidios que dan la UE y Estados Unidos a sus agricultores, por un lado, y los obstáculos para acceder a los mercados públicos y de servicios de los países emergentes, por otro, son algunos escollos con los que ha tropezado la ronda de liberalización comercial de Doha, de modo que un acuerdo UE-Mercosur podría allanar el camino.
"DECISIONES DURAS" PARA LOS AGRICULTORES
Durante su discurso inicial, Solana hizo referencia al carácter "fundamental" de la OMC y advirtió que los Gobiernos europeos deberán tomar "decisiones duras" para sus agricultores si quieren fomentar el desarrollo de los países pobres. "La agricultura europea, si queremos un mundo más justo, tendrá que abrir su mano", dijo Solana, que advirtió contra la "hipocresía" de defender la liberalización comercial mundial pero sólo mientras no afecte a los intereses nacionales. "Tenemos que no ser hipócritas y coger el toro por los cuernos para que estos países vivan un poco mejor de lo que viven", añadió.