Asimismo, recordó que el Partido Socialista de Euskadi no ha propuesto ningún testigo, porque "tiene la absoluta convicción de que no hay nada punible en lo que hicimos, que no fue más que intentar que el mundo que había vivido de espaldas a la democracia se integrara".

López lamentó de que "algunos tengan la tentación de convertir ese juicio en una especie de desfile de carnaval", con la intención de "jugar al apoyo con esta causa". Además, dijo temer que las declaraciones de algunos testigos, como mediadores en conflictos internacionales, sirvan para "hacer un discurso para avalar las posiciones de quienes nos han convocado".

El dirigente socialista confió en que la sociedad vasca reaccionará "con normalidad y naturalidad" y "no ganará réditos electorales quien haga más aspavientos y juegue al victimismo". "Ganará quien acuda a este juicio con la misma naturalidad y normalidad con la que la sociedad vasca quiera asumirlo, y nosotros vamos a ir con mucha normalidad".

ELECCIONES

Por otro lado, mostró un optimismo "moderado" ante los pronósticos electorales que apuntan a un aumento del voto socialista en el País Vasco. Indicó que el PSE ve "ampliados" sus resultados en los últimos comicios, lo que refleja la existencia de "una corriente de fondo que quiere un cambio", una sociedad que en su opinión "apuesta por el consenso, el autogobierno y no la ruptura".

El secretario general de PSE-EE dijo que su partido se encuentra "en la centralidad de la política vasca", porque las demás posiciones "se han ido a los extremos".

En cuanto al anuncio de EA de que no acudirá en coalición con el PNV a las próximas elecciones autonómicas, López se mostró escéptico y consideró que se trata de una maniobra para "atraer los votos nacionalistas más radicales" y volver a aliarse con el PNV e Ibarretxe después de las elecciones.

Asimismo, dejó claro que él no sería nunca el vicelehendakari de Juan José Ibarretxe y manifestó que "el objetivo del PSE es ganar las elecciones para que el lehendakari sea socialista".