En su conferencia en el Foro de la Nueva Sociedad, organizado por Nueva Economía Fórum y patrocinado por la Fundación ONCE y por Caja Navarra, Peña aseguró que "en este país sólo se están sentando para ponerse de acuerdo esos señores".

En este sentido, denunció que “la obligación de negociar no recae en exclusiva sobre ellos” y reclamó que “ese entendimiento ajeno al ámbito laboral favorecería el acuerdo laboral, sin duda alguna”.

Por otro lado, admitió que en la situación de crisis económica la negociación entre empresarios y sindicatos es más complicada, pero recalcó que los agentes sociales están “cumpliendo el compromiso día a día”.

A pesar de estas dificultades, Peña se mostró convencido de que la mesa de diálogo social logrará alcanzar un acuerdo. “Esa aproximación tarde o temprano se encontrará”, afirmó.

También apuntó que “en el ánimo de todos”, en referencia a sindicatos y patronales, “estaba acelerar a partir de hoy” la negociación, una vez pasadas las elecciones europeas. Según Peña, “la coincidencia electoral no es buena” para el diálogo, por lo que “la serenidad al respecto es una buena noticia”.

Por otro lado, el presidente del CES repasó la memoria del órgano consultor presentada la semana pasada y destacó que es la única memoria con triple dimensión: “económica, laboral y social”.

Peña hizo referencia a que la memoria califica la crisis de “sistémica” y de “muy dura”, y aseguró que “no tiene manual de instrucciones”.

También volvió a criticar la respuesta de la crisis dada por la Unión Europea, que “ha transitado entre la invisibilidad y la discreción”; y también la labor del Banco Central Europeo (BCE), que ha sido “tímida y tardía”.

Asimismo, señaló que la memoria reclama “reformas impositivas que permitan incrementar los ingresos públicos sin afectar negativamente a la demanda agregada”. Entre estos cambios, el CES aboga por el aumento del tipo marginal del IRPF, la recuperación de la imposición sobre la riqueza, o la eliminación de la deducción por vivienda, entre otros.

Sobre la ley de dependencia, el Consejo lamenta que principalmente se han reconocido prestaciones económicas en vez de asistenciales, que habría sido “lo deseable” ya que “crea empleo y reduce el gasto”.