La Presidenta del Parlamento Vasco afirma que es obligado negociar las demandas estatutarias como se hizo con Quebec en Canadá

Izaskun Bilbao, en el Fórum Europa

La Presidenta del Parlamento Vasco afirma que es obligado negociar las demandas estatutarias como se hizo con Quebec en Canadá

Acto patrocinado por BT, Red Eléctrica de España y Asisa

MADRID, 19 de octubre. La presidenta del Parlamento vasco dijo hoy que la experiencia internacional, como la de Quebec en Canadá, demuestra que "sólo cabe negociar" para llegar a una "salida satisfactoria" sobre las demandas competenciales que plantean comunidades como el País Vasco y Cataluña. Bilbao señaló que el "camino" es "establecer un proceso negociador para resolver la controversia", ya que es la forma de alcanzar "una solución asumida pacíficamente por las partes, fruto del consenso". "Sistemas constitucionales como el de Canadá", argumentó, "han resuelto estas situaciones con unas soluciones realistas

   Cuando una comunidad determinada se presenta con una mayoría suficiente solicitando una modificación del sistema, sólo cabe una solución: negociar".

  

   Asimismo, Bilbao se refirió a que el "plan Ibarretxe" y la propuesta de reforma del Estatuto tienen una similitud "básica", que es la existencia en ambas comunidades de "una realidad y una voluntad social de superar la situación política actual".

  

   Aseguró que tanto en la comunidad vasca como en la catalana hay "inquietudes políticas por abordar las posiciones políticas y las competencias políticas de manera diferente".

  

   Añadió que "tan legítima" es la propuesta de reforma del Estatuto catalán como lo era el "plan Ibarretxe", al tiempo que añadió que las suspicacias que está produciendo la iniciativa catalana evidencian que el rechazo en su momento a lo aprobado en el Parlamento vasco no tenía que ver con la existencia de la violencia o la falta de un apoyo político más amplio.

  

   A su juicio, las críticas que se están produciendo a la iniciativa salida de Cataluña ponen de manifiesto que "el problema de fondo probablemente puede ser otro", en el sentido de que no se quiere aceptar que deben realizarse cambios profundos en la organización del Estado.