El director general del emblemático teatro considera que “tenemos una legislación que incentiva poco la participación privada en el sector cultural” y “hace falta cambiarla urgentemente”, según afirmó durante su participación en el “Fórum Europa. Tribuna Catalunya”, organizado en Barcelona por Nueva Economía Fórum.

Por ello, Joan Francesc Marco lidera una iniciativa para convencer al Gobierno catalán de la necesidad de esos cambios.  De momento, ha encargado ya un estudio, que dirigen la magistrada Encarna Roca, el economista Antón Costas y la magistrada Maria Antònia Agulló, que una vez completado se presentará a otras instituciones culturales, posiblemente durante el primer trimestre de 2010.

Marco explicó que el objetivo es coordinar la reclamación con otras instituciones culturales y después presentarla conjuntamente al Gobierno, “con un documento serio y riguroso en la mano”.

En el estudio se resaltarán cambios legislativos realizados ya en países vecinos como Francia, que gracias a que ha cambiado la normativa sobre la participación privada en la industria cultural, doblando los incentivos fiscales que perciben las empresas que invierten en cultura, ha conseguido que “se haya producido un incremento de la participación de la empresa privada”.

El Liceu es hoy un teatro público de gestión mixta, con inversión pública y privada. La participación pública está repartida entre el Gobierno español -a través del Ministerio de Cultura-, la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y la Diputación de Barcelona.

Según Marco, “esta participación mixta complica su gestión, pero lo hace más rico”, al tiempo que insistió en que “la única forma de ser competitivos en cultura en los tiempos que corren es apostando por la calidad”.

El presupuesto de ingresos para la temporada del Liceu 2009-2010 es de 58,5 millones de euros. La Administración pública aporta más del 50%, el 31,6% se recoge en taquilla y el 13% proviene de empresas privadas.